Hay momentos en los que las palabras de un directivo retratan mejor que cualquier cifra la desconexión entre quienes deciden y quienes sufren las consecuencias. Esta semana, mientras Xbox vivía uno de los mayores procesos de despido de su historia reciente, un ejecutivo de la división sorprendía al mundo con un consejo singular: usar inteligencia artificial para gestionar el impacto emocional de perder el empleo.
Matt Turnbull, responsable técnico en Xbox Game Studios, publicó un mensaje en LinkedIn –que más tarde eliminó– sugiriendo a los trabajadores despedidos que podrían apoyarse en herramientas como ChatGPT o Copilot para aliviar la carga emocional y cognitiva que conlleva quedarse sin trabajo. La publicación llegó en plena oleada de recortes de Microsoft, que han afectado a hasta 9.100 empleados, incluyendo cancelaciones de juegos, cierres de estudios y una reestructuración que ha dejado en el aire la estabilidad de equipos clave en Xbox.
Turnbull planteaba su mensaje como un consejo práctico para afrontar un momento difícil, afirmando que le parecía irresponsable no compartirlo. Entre sus sugerencias, incluía prompts para utilizar la IA como coach de carrera, reescribir el currículum para distintas posiciones, crear textos de presentación en LinkedIn o incluso superar el síndrome del impostor tras un despido. “No es un reemplazo para tu voz o tu experiencia vital”, escribía, “pero cuando la energía mental escasea, estas herramientas pueden ayudarte a desbloquearte más rápido, con más calma y claridad”.
La propuesta, lógicamente, no fue bien recibida por la comunidad de desarrolladores y creativos. Para muchos, el mensaje evidenció la creciente distancia entre la alta dirección y la realidad emocional de sus empleados: proponer la IA como solución para lidiar con un despido masivo que, paradójicamente, responde a la misma estrategia de automatización y ahorro de costes. El propio Turnbull reconocía en su texto que estas herramientas despiertan “sentimientos fuertes” en la gente, especialmente en industrias creativas como la del videojuego, donde la IA se percibe como una amenaza directa al empleo humano.
La contradicción resulta evidente. Microsoft anunció este año una inversión de 80.000 millones de dólares en infraestructura de IA, una cifra que contrasta con su decisión de recortar miles de puestos de trabajo, muchos de ellos en divisiones como Xbox Game Studios. En este contexto, la idea de sustituir el apoyo humano –coaching, orientación, acompañamiento emocional– por un chatbot entrenado para generar respuestas genéricas resulta, cuanto menos, desalentadora.
Quizá la inteligencia artificial pueda ayudar a pulir un currículum o a simular entrevistas de trabajo. Pero hay realidades que ningún modelo generativo puede reemplazar: la empatía de un compañero, el consejo honesto de un mentor o la solidaridad de un equipo que comparte las mismas incertidumbres. Convertir la IA en remedio universal, incluso para paliar la angustia de un despido, revela un síntoma más profundo: la peligrosa ilusión de que la tecnología puede suplirlo todo, incluso lo que nos hace humanos.
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La entrada ¿Qué mejor ayuda para los empleados despedidos de Xbox que un chatbot? se publicó primero en MuyComputer.