Odio a las medusas. Sí, empiezo con este posicionamiento claro. Aclaro que jamás en la vida me ha «picado» una, y que reconozco que, visualmente, y en las condiciones adecuadas, son muy bonitas. Caray, incluso he compartido alguna vez ese meme que afirma que lo de que sean una forma de vida capaz de sobrevivir sin tener cerebro nos explica muchas cosas de la sociedad en la que vivimos. Pero todo eso me da igual, el miedo a que una se cruce en mi camino cuando decido darme un chapuzón, y que incluso me haga pensar en bañarme con un neopreno completo a finales de julio, hace que me resulte imposible no repudiarlas con todas mis fuerzas.
Además, según leo, y como consecuencia natural del cambio climático, la presencia de medusas no solo se está extendiendo más en el tiempo (basta con ver la temperatura media por mes del Mediterráneo, y compararla con el histórico), también empiezan a ser avistadas con mayor frecuencia en zonas en las que anteriormente eran una rareza. No es culpa suya, claro, al fin y al cabo, como cualquier otra forma de vida, tan solo buscan los lugares en los que se dan las mejores condiciones para sus necesidades vitales.
Así las cosas, y bajo la premisa de que, por sorprendente que parezca, este año podemos volver a afirmar que este verano va a ser el más suave, en temperatura, de todos los que nos esperan en el futuro, solo nos quedan tres opciones: renunciar a bañarnos en el mar, comprarnos el neopreno que mencionaba antes y hacernos a la idea de que vamos a pasar más calor que un pollo en el horno, o intentar controlar al máximo el riesgo con información sobre avistamientos, zonas «limpias» y demás. Obviamente, hay una cuarta opción, que es lanzarse sin mirar, pero después de haber visto los efectos de las picaduras de esos malditos bichos, y teniendo en cuenta que en mi caso me gusta nadar hasta alejarme bastante de la playa, para mí no es una opción.
La buena noticia, si eres del mismo club que yo, es que de un tiempo a esta parte han surgido algunos servicios que, gracias a los reportes por parte de los propios usuarios, proporcionan bastante información actualizada sobre el estado de las playas en relación con las medusas. Me consta que hay algunas dedicadas a zonas concretas, como la muy recomendable Nik Hondartzak (iOS / Android), si disfrutas de estas fechas en Gipuzkoa. Sin embargo, para tener un mayor alcance, vamos a ver dos servicios que cubren la totalidad del litoral nacional.
MedusApp
MedusApp es probablemente el servicio más conocido para seguir la pista de estos aguafiestas marinos. Nació como un proyecto colaborativo impulsado por investigadores del Instituto de Medio Ambiente y Ciencia Marina de la Universidad de Alicante y por el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, y desde entonces no ha dejado de crecer. La app permite reportar avistamientos de medusas con foto, ubicación y fecha, y también consultar los avistamientos recientes realizados por otros usuarios en el mapa. Además, incorpora una guía bastante completa con fichas sobre las especies más comunes en nuestras costas, e incluso consejos sobre cómo actuar en caso de picadura.
Está disponible de forma gratuita tanto en su web oficial como en Android y en iOS, lo que facilita mucho su acceso esté uno donde esté. Su base de datos colaborativa es lo que le da sentido, así que conviene recordar que cuanto más la usemos para compartir información fiable, más útil será para todos. Porque en esta guerra, lo único que nos protege es saber dónde están… y no estar ahí.
Meduseo
Meduseo es más reciente, pero tiene una propuesta muy bien pensada: combina un diseño sencillo con una lógica centrada en la experiencia del usuario. Su punto fuerte es el mapa interactivo que muestra no solo avistamientos confirmados, sino también zonas seguras y tipos de medusas presentes, si se ha podido identificar la especie. Incluye también alertas personalizadas, así que puedes configurarla para que te avise si se detectan ejemplares en las playas que más frecuentes. Y si te animas a colaborar, enviar un reporte es tan sencillo como hacer una foto, añadir un breve comentario y activar la geolocalización.
Puedes acceder a Meduseo desde su página web, donde también enlazan a sus versiones para Android y para iOS. Aunque aún está en desarrollo activo, y es posible que en algunos puntos la cobertura no sea completa, el enfoque abierto y el sistema de colaboración ciudadana la convierten en una herramienta muy prometedora para este y los próximos veranos.
Al final, y como tantas otras cosas en esta vida, se trata de encontrar el equilibrio entre disfrutar y protegerse. Yo, en verdad, no pienso renunciar al mar, ni a esas sesiones de nado largo que me vacían la cabeza y me llenan los pulmones. Pero tampoco pienso hacerlo sin la información adecuada. MedusApp y Meduseo no son soluciones mágicas, pero sí aliadas útiles, sobre todo cuando se usan bien y entre todos. Si a eso le sumas algo de sentido común, quizá podamos seguir disfrutando del agua sin vivir con el miedo constante a toparnos con una bolsa gelatinosa que te arruine el día… o las vacaciones enteras.
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