AGON by AOC siempre ha buscado el equilibrio entre lo que pide el jugador competitivo y lo que necesita el entusiasta de la imagen. Durante años, esa balanza parecía imposible: o se optaba por la máxima velocidad en paneles con calidad limitada, o se apostaba por colores y contraste a costa de sacrificar hercios. El nuevo AGON PRO AG276QKD2 se presenta como una respuesta a esa disyuntiva, al reunir en un mismo monitor los 500 Hz de los esports y la fidelidad visual de la tecnología QD-OLED.
El AGON PRO AG276QKD2 parte de una base singular: un panel QD-OLED de tercera generación en formato de 26,5 pulgadas con resolución QHD. La cifra de 500 Hz marca un hito en monitores de consumo, mientras que los tiempos de respuesta bajan hasta 0,03 ms GtG, una latencia prácticamente imperceptible en entornos de competición. Con ello, el monitor apunta directamente a quienes necesitan rendimiento extremo sin comprometer el resto de apartados.
La calidad visual viene reforzada con la certificación DisplayHDR True Black 500, que eleva el brillo máximo y mejora la representación de negros y blancos frente a modelos anteriores de la gama. La cobertura de color también da un salto, con 99,1% en DCI-P3 y 98% en Adobe RGB, cifras que lo sitúan no solo como un monitor de juego, sino también como una herramienta válida para creadores de contenido que exigen precisión cromática.
En paralelo, la velocidad es, como ya indicábamos al principio, uno de sus puntos más fuertes. Los 500 Hz, sumados al tiempo de respuesta de 0,03 ms, eliminan el ghosting y el desenfoque de movimiento en escenas rápidas, lo que resulta clave en géneros como shooters o MOBAs. El tratamiento antirreflejos asegura que la visibilidad se mantenga en condiciones de torneo, donde la iluminación ambiental suele ser un obstáculo añadido.
El monitor llega preparado para convivir con distintas configuraciones gracias a un conjunto de conexiones poco habitual en esta categoría. Incluye DisplayPort 2.1 con ancho de banda suficiente para sacar partido de los 500 Hz a 10 bits, así como dos HDMI 2.1 que garantizan compatibilidad con consolas de última generación. Se suman un hub USB 3.2 con carga rápida y salida de audio, que facilitan un setup más ordenado y versátil.
El diseño no queda en segundo plano. El soporte ofrece ajustes completos de altura, inclinación, giro y pivote, con opción de montaje VESA para setups personalizados. El acabado en negro y gris oscuro mantiene la estética de la gama AGON PRO, mientras que los altavoces integrados y las funciones específicas para juegos —Shadow Control, Game Color o perfiles para distintos géneros— completan la experiencia. El conjunto se apoya en un sistema de cuidado del panel OLED y en una garantía de tres años que cubre incluso casos de burn-in bajo uso normal, un detalle que aporta confianza a quienes ven la inversión como un paso a largo plazo.
El precio recomendado es de 799 euros, una cifra que lo posiciona en la franja premium de los monitores gaming. No es un modelo pensado para todos los públicos, sino para aquellos que buscan competir con lo último en velocidad sin perder la calidad visual que hasta ahora parecía exclusiva de otras categorías.
Quizá lo más relevante de este monitor es que rompe una frontera que llevaba años establecida. Hasta ahora, elegir entre hercios y calidad visual era un sacrificio inevitable; con el AGON PRO AG276QKD2, esa dicotomía se diluye. No es solo un nuevo integrante en el catálogo de AGON by AOC, es un ejemplo de cómo la tecnología puede llegar a reconciliar dos mundos que parecían irreconciliables en el gaming.
La entrada AGON PRO AG276QKD2: 500 Hz y QD-OLED para los más exigentes se publicó primero en MuyComputer.