Con seguridad, en alguna ocasión, habrás querido poner una serie en Netflix y ha tardado en cargar más de la cuenta. Posiblemente, realizando una videollamada importante se cortó justo en medio de la conversación. El problema, lejos de lo que se pudiera suponer en un principio, no tiene nada que ver con la plataforma ni con el dispositivo, sino con la conexión. Es por este motivo que el test de velocidad es importante. Se trata de una herramienta sencilla que permite saber qué está pasando con internet en tiempo real.
Detectar fallos y comparar tarifas de fibra y móvil con un test de velocidad de internet es posible. Además, es el mejor método para comprobar si lo que pagan se ajusta a lo que reciben y entender de verdad cómo se comporta la red. Es, en definitiva, la brújula que orienta al usuario en un mundo cada vez más conectado.
¿Qué es un test de velocidad y para qué sirve?
Un test de velocidad mide tres aspectos básicos de tu conexión:
Descarga: qué tan rápido baja información tu dispositivo. Aquí entran las películas, las canciones y las páginas web.
Subida: qué tan rápido se envía la información, como las fotos por WhatsApp o cuando se sube un vídeo a la nube.
Latencia o ping: ese pequeño retardo que, si es alto, hace que una videollamada se sienta entrecortada o que en un videojuego el avatar que se maneja reaccione tarde.
Con esos datos en mano, ya es posible responder a la gran pregunta: ¿está mi conexión rindiendo cómo debería?
Diferencias entre velocidad contratada y velocidad real
Aquí está uno de los puntos clave del porqué se debe ejecutar esta medición. Es demasiado habitual que lo que te dice el contrato no siempre lo refleje un test. Esto no significa necesariamente que el operador te engañe. Hay muchos factores que influyen:
El tipo de conexión (fibra, ADSL o móvil).
La distancia al servidor con el que haces el test.
La hora del día (no es lo mismo medir a las 3 de la madrugada que un domingo por la tarde).
Cuántos dispositivos están usando la red en ese momento.
Por ejemplo, si contratas 600 Mbps de fibra y tu test marca 580 Mbps, estás en un rango normal, pero si apenas llegas a 100 Mbps de forma constante, algo no cuadra y conviene revisarlo.
Tipo de conexión: fibra, ADSL o datos móviles
Como cabe suponer, no todas las conexiones juegan en la misma liga:
Fibra óptica: es la reina en velocidad y estabilidad. Perfecta para hogares con varios dispositivos conectados a la vez.
ADSL: cada vez menos presente, pero aún útil en zonas rurales. Su rendimiento es más limitado.
Móviles 4G/5G: dependen mucho de la cobertura y la saturación. El 5G puede ser espectacular en velocidad, pero no siempre es estable en todos los lugares.
Por eso es importante interpretar el resultado de un test según tu tecnología de conexión.
Tarifas de fibra y móvil de Pepephone
En este escenario, cada vez más usuarios buscan opciones que sean claras y sin letra pequeña. Pepephone es una de las compañías que ha apostado fuerte por eso, demostrándolo al presentar unas tarifas de fibra y móvil sencillas, transparentes y pensadas para que el cliente no se lleve sorpresas a fin de mes.
La fibra de Pepephone es estable y, al combinarla con gigas móviles generosos, se convierte en una opción atractiva para familias, teletrabajadores o gamers que quieren comprobar en cada test que su conexión responde.
Un test de velocidad de internet es la forma más rápida de saber si tu internet está a la altura de lo que necesitas. Y entender sus resultados es el primer paso para mejorar tu experiencia online, ya sea ajustando tu red en casa o eligiendo una tarifa que realmente funcione para ti.
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