Hoy 14 de octubre es la fecha fijada por Microsoft para suspender el servicio técnico de Windows 10. Un final de ciclo programado que no tendría que tener mayor problemática, pero que en esta ocasión sucede cuando el sistema operativo sigue manteniendo una cuota de uso enorme, alrededor del 40% del escritorio informático.
Los motivos son variados, pero el principal es la falta de tirón de Windows 11 y un aumento de requisitos de hardware (controvertido y gestionado de manera caótica) que impide migraciones oficiales a decenas de millones de computadoras (hasta 400 millones se calculan en esta situación). La decisión de subir los requisitos no tiene marcha atrás y hemos hablado de ello hasta la saciedad, pero hoy, en el día del adiós a Windows 10, queríamos avanzar recordando las distintas opciones que tiene un consumidor.
Migrar a Windows 11
La migración entre sistemas operativos Windows ha venido siendo la opción preferente de consumidores y empresas cuando las distintas versiones finalizaban su ciclo de vida. Es la opción recomendada por Microsoft, sea como actualización directa si se cumplen los requisitos de hardware o adquiriendo un equipo nuevo con Windows 11 preinstalado si no se cumplen los requisitos de hardware.
Microsoft mantiene el programa de actualización gratuita que impulsó desde el lanzamiento de Windows 11, por lo que el coste no debe ser un impedimento. Aunque no se ha confirmado formalmente, creemos que la compañía lo seguirá manteniendo a pesar del final del servicio técnico de Windows 10.
La actualización desde Windows 10 es conocida y sencilla, ya que se puede realizar directamente desde la herramienta Windows Update disponible en el apartado de configuración del sistema. Si tu PC cumples los requisitos de hardware, ahí verás un enlace para iniciar un asistente casi automatizado que te guiará por el proceso. Puedes seguir nuestra última guía de migración a Windows 11 si lo necesitas.
También puedes optar por una instalación desde cero. Algo que practicamos muchos usuarios ante un cambio entre ediciones de Windows para dejar el equipo ‘limpio’, sin problemas de seguridad (siempre puede haber algún bicho camuflado) o de rendimiento, una pérdida que suele ser habitual con la simple instalación de aplicaciones y controladores. En cualquiera de los dos métodos (actualización o instalación) te recomendamos realizar previamente copias de seguridad de tus archivos por si algo falla.
Si no cumples con los requisitos oficiales de hardware debe saber que también puedes actualizar a Windows 11 usando aplicaciones de terceros como Rufus y otras. Microsoft ha adoptado una actitud pragmática en esta cuestión y su objetivo sigue siendo que la mayor cantidad de usuarios pasen a Windows 11 y no busquen alternativas que alejen definitivamente del ecosistema.
Quedarse en Windows 10
Somos legión los usuarios que pensamos que Windows 10 es superior a Windows 11 en múltiples escenarios y que éste tiene problemáticas que, pensando en la estrategia de Microsoft de convertirlo en una plataforma para promocionar sus propias aplicaciones, servicios e IA, no tienen solución para los que buscamos un sistema operativo lo más ligero posible, sin bloatware, de mayor rendimiento, con una interfaz consistente y usando las aplicaciones de terceros que más nos guste y no las de Microsoft.
En estos casos y si la intención es mantenerse en Windows 10, la mejor solución es usar el programa de seguridad ampliada que ha puesto en marcha Microsoft. Es gratuito para consumidores y aunque no incluye soporte técnico ni mejoras de calidad, sí ofrece actualizaciones de seguridad críticas y regulares hasta el 13 de octubre de 2026. Un año más de uso.
La semana pasada te ofrecimos un amplio especial donde profundizamos en sus ventajas, limitaciones y maneras de activar este programa. Tienes opciones de pago con dinero; de ‘pago’ por puntos del programa de recompensas de Microsoft; con ‘pago’ de datos sincronizando con el servicio en nube OneDrive o de manera totalmente gratuita si formas parte del Espacio Económico Europeo o cambias de región en la configuración de Windows.
Tampoco es obligatorio usar cuentas de Microsoft ID porque hay una manera de saltárselo y usar cuentas locales. En definitiva, un programa de uso imprescindible si quieres seguir usando Windows 10.
Linux, la mejora alternativa
La mayor alternativa al final del servicio técnico de Windows 10 es pasarse a Linux. Si estás harto de que Microsoft ponga sus intereses comerciales por encima de los tuyos; de las actualizaciones fallidas; del Bloatware; de la recopilación de datos; de que haya convertido Windows en una plataforma publicitaria o de los crecientes aumentos de los requisitos de hardware, es hora de pasar a la acción y quizá la gran oportunidad de probar una alternativa que no tiene ninguno de esos problemas.
Linux es un sistema moderno y eficiente, de código abierto y uso totalmente gratuito. En términos de requisitos de hardware puedes estar tranquilo porque cualquier PC que esté funcionando hoy con Windows 10 podrá ejecutar Linux con total solidez y mayor rendimiento. A diferencia de Windows o macOS, no existe un Linux único. Éste pone la base del sistema, pero a partir de ahí hay muchas soluciones diferentes conocidas como distribuciones, cada una con su propia interfaz de usuario, entorno de escritorio, tienda de aplicaciones y características.
A diferencia de Windows o macOS, no existe un Linux único y aunque compartan el mismo núcleo hay muchas soluciones diferentes conocidas como distribuciones, cada una con su propia interfaz de usuario, entorno de escritorio, tienda de aplicaciones y características. Para un primer acercamiento puedes elegir distribuciones como Zorin OS que además de fácil de usar es del tipo de soluciones que facilitan la transición en el paso de Windows 10 a Linux mejorando la compatibilidad con aplicaciones y juegos de Windows. Si ya te manejas con el sistema libre, opciones más profesionales como las de RedHat o SUSE pueden ser más viables. Ubuntu es otra de las más recomendables.
Una opción intermedia es Linux Mint, la distro que te recomendamos en nuestra última guía para saltar de Windows 10 a Linux. Una derivada que como otras muchas está basada en Ubuntu, pero que ha sabido crearse un ecosistema propio que la diferencia, manteniendo la inmensa potencia de Linux y con escritorios como Cinnamon que atienden especialmente a los recién llegados de Windows con un diseño y configuración familiar, fácil de usar y enormemente personalizable. Como te dijimos en su día: el fin del soporte técnico de Windows 10 no es un problema, es una oportunidad.
ChromeOS y Chromebook
Las soluciones de Google para PCs son otras de las opciones para olvidar definitivamente a Windows. Aquí, podemos diferenciar los usuarios que quieran mantener sus computadoras actuales que trabajan con Windows 10 o los que necesitan comprar un equipo nuevo.
Para los primeros destacamos el ChromeOS Flex, un sistema operativo especializado en recuperación y mantenimiento de ordenadores personales. Aunque Google lo enfocó a segmentos educativos y empresariales, también funciona perfectamente para equipos de consumo, especialmente los que vayan cortos de nivel de hardware, como pudiste ver en esta guía donde lo instalamos en un portátil con 15 años de antiguedad.
El sistema se puede instalar en el almacenamiento interno de un PC (disco duro o SSD) como cualquier otro Linux o Windows y también se puede usar como «Live-USB» sin afectar al sistema que tengas instalado por si quieres probarlo primero. No es un sistema para todo, ni para todos, pero Google lo ha ido mejorando, es totalmente gratuito y cumple los objetivos propuestos.
El segundo escenario es el de un usuario que tiene en mente adquirir una nueva computadora en el final del servicio técnico de Windows 10. La mejor opción si apuestas por las soluciones de Google son los Chromebooks, portátiles y/o convertibles con sistema operativo ChromeOS. Hay una buena oferta de ellos de ASUS, Acer, Lenovo, Samsung y otros, y suelen ser los portátiles más económicos de cualquier plataforma.
macOS y Apple Mac
Hace muchos años que Apple no licencia su sistema operativo macOS a terceros fabricantes y, por otro lado, la técnica de creación de clónicos Mac (Hackintosh) que usábamos en el pasado cada vez es más complicada una vez que la compañía decidió cambiar su plataforma de hardware de los x86 de Intel a los ARM propios. Ello implica que el usuario que quiera usar macOS debe comprar un Mac.
Apple tiene oferta de computadoras personales para cualquier tipo de público, desde una estación de trabajo profesional a un mini-PC, pasando por AIOs todo en uno. Pensando en alternativas al adiós de Windows 10, los portátiles serían el producto más adecuado. Aquí tenemos los MacBook Pro, más potentes y caros, y los MacBook Air, más ligeros y económicos y bien valorados en segmentos como el educativo. Se distribuyen en varios tamaños de pantalla y son una gran alternativa para cambiar de Windows a macOS.
Alternativas más ‘exóticas’
Hay vida más allá de Windows, Linux y Mac. Son poco conocidos entre el gran público y realmente no pueden competir con ellos a nivel comercial. Ni siquiera son un reemplazo completo al uso de los tres grandes. No se actualizan con tanta frecuencia, ni sirven para todo y para todos los usuarios, pero como las ‘meigas’, existir, existen.
En este grupo podemos incluir al más usado entre los Unix, FreeBSD; el FreeDOS que suele venir preinstalado en equipos nuevos de algunos fabricantes (MSI, HP, Dell…) cuando no incluyen la licencia de Windows; el ReactOS para el que busca un «Windows sin Microsoft» o el Unix especializado en ciberseguridad, OpenBSD.
Realmente los listamos como complemento por si quieres probar otra cosa, porque ciertamente para un consumidor de a pie no son un reemplazo directo al final del servicio técnico de Windows 10.
* Imágenes generadas por IA
La entrada Todas las alternativas al final del servicio técnico de Windows 10 se publicó primero en MuyComputer.