Desde la distancia, la Luna siempre ha parecido inalcanzable. Un lugar reservado a los trajes blancos, a los emblemas cosidos en el pecho y a los silencios de las transmisiones desde Houston. Pero la NASA lleva años construyendo otra narrativa en paralelo, una que busca abrir la exploración más allá de los ingenieros, los astronautas y los especialistas. Una narrativa donde el público global, el ciudadano común, también puede dejar su huella. En esta ocasión, con Artemis II, ofrece una posibilidad sencilla y hermosa: enviar tu nombre alrededor de la Luna.
La propuesta es clara: cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo, puede registrar su nombre en la web oficial de la NASA antes del 21 de enero de 2026. Todos esos nombres serán recopilados y guardados en un soporte digital que viajará dentro de la cápsula Orion, como parte de la misión Artemis II. La información será almacenada en un soporte de memoria, que irá integrada en el módulo espacial, acompañando a los astronautas en su trayectoria alrededor de nuestro satélite natural. A cambio, los participantes reciben una tarjeta de embarque digital personalizada, una especie de billete simbólico que acredita su presencia —aunque sea en forma de datos— en una de las misiones más importantes de la próxima década.
Artemis II será el primer vuelo tripulado del programa Artemis, diseñado por la NASA para devolver a la humanidad a la Luna y, más adelante, llevarla hasta Marte. A bordo irán cuatro astronautas ya confirmados: Reid Wiseman, Victor Glover, Christina Koch y Jeremy Hansen. Su misión consistirá en realizar un sobrevuelo lunar, sin alunizaje, pero sirviendo como ensayo general para futuras misiones más ambiciosas. Este viaje pondrá a prueba todos los sistemas de navegación, comunicaciones y soporte vital antes de dar el siguiente salto: pisar nuevamente la superficie lunar. En ese contexto, llevar a bordo los nombres de miles de personas es también una forma de subrayar que este esfuerzo no es solo institucional, sino colectivo.
Esta no es la primera vez que la NASA ofrece este tipo de participación simbólica. En 2019, durante el lanzamiento del rover Perseverance rumbo a Marte, se incluyeron más de diez millones de nombres grabados en placas metálicas. Antes de eso, las misiones InSight, New Horizons o incluso Orion EFT-1 ya habían reservado espacio a bordo para listas de nombres enviados por ciudadanos de todo el mundo. Esta tradición convierte cada misión en una cápsula del tiempo, y cada soporte en una especie de archivo emocional, donde miles de personas pueden imaginar, aunque sea de forma simbólica, que dejaron algo suyo más allá de la Tierra.
Ahora bien, hay un detalle curioso que no ha pasado desapercibido: aunque está confirmado que los nombres viajarán en un soporte digital, la NASA no ha aclarado del todo cuál será ese dispositivo. Y es que en algunos puntos se habla de una tarjeta de memoria, en otros se hace alusión a una unidad USB. No es un dato menor, aunque tenga cierto encanto. Después de todo, hablamos de una misión con tecnología punta, diseñada para orbitar la Luna con una nave de última generación… y donde lo más cercano que llevaremos será un archivo metido en una memoria que podríamos encontrar también en cualquier cajón de oficina. El contraste entre lo épico del viaje y lo doméstico del soporte no deja de tener un punto entrañable.
Participar en esta iniciativa es fácil. Solo hay que entrar en la página oficial de la NASA, rellenar un breve formulario con nombre, apellidos y un código PIN. A cambio, se genera una tarjeta digital de embarque con el nombre registrado, que permite recuperar el documento o compartirlo. La propia NASA anima a compartirlo en redes sociales, reforzando el carácter simbólico y comunitario de la propuesta. No está confirmado si se añadirá alguna animación visual, como ocurrió en misiones anteriores, pero ese tipo de detalles suelen llegar en fases posteriores del proceso.
Lo más interesante de todo esto es que no hablamos solo de una curiosidad o de una campaña de marketing bien pensada. Esta acción permite conectar a miles de personas con una misión científica y tecnológica de primer nivel. Que tu nombre esté guardado en una nave que orbitó la Luna puede parecer un gesto pequeño, pero es profundamente significativo. No se trata de ir a la Luna —eso queda reservado a unos pocos—, sino de formar parte de esa historia desde donde estemos. Y sí, incluso si no sabemos aún si viajaremos en USB o en tarjeta SD.
La Luna no está más cerca que antes. Pero sí lo está esa sensación de formar parte de algo que nos trasciende. Artemis II no solo es una misión de prueba o un paso previo hacia Marte: es también una invitación a imaginar, a vincularnos con la historia del espacio desde lo cotidiano. Quizá algún día, en algún lugar, alguien acceda a esa memoria olvidada —sea cual sea su formato— y lea tu nombre entre miles. Y piense, aunque sea por un momento, que tú también fuiste parte del viaje.
La entrada Artemis II llevará tu nombre en su viaje a la Luna se publicó primero en MuyComputer.


