Cuando Valve anunció la Steam Machine vimos, en sus especificaciones, que la consola está limitada a HDMI 2.0, un detalle que ha generado algo de revuelo, porque este sistema debería contar con soporte de HDMI 2.1.
Nadie entendía por qué la consola de Valve estaba limitada a ese estándar tan antiguo, y este tema se ha exagerado hasta tal punto que se ha convertido en un problema que, en realidad, es mucho menos importante de lo que parece.
¿Qué es lo que ha ocurrido y qué está haciendo Valve?
La consola Steam Machine utiliza SteamOS como sistema operativo, y esta es la clave de todo el asunto. El HDMI Forum, que es el responsable del desarrollo de los estándares HDMI y de sus certificaciones, no ha autorizado el soporte de HDMI 2.1 en Linux (código abierto), así que no es posible utilizarlo en SteamOS.
Valve ha confirmado que está trabajando para persuadir al HDMI Forum y conseguir que el estándar HDMI 2.1 tenga soporte en sistemas operativos de código abierto. AMD ya lo intentó en 2024, pero recibió una negativa y no pudo dar soporte a dicho estándar en sus drivers de código abierto para Linux.
No sabemos si Valve conseguirá convencer al HDMI Forum, pero tras el lanzamiento del estándar HDMI 2.2, que tuvo lugar el pasado mes de junio, puede que estén más receptivos, porque HDMI 2.1 ha dejado de ser el estándar más puntero, y esto podría facilitar su salto a Linux.
¿Por qué no es un problema grave la falta de soporte de HDMI 2.1 en la Steam Machine?
Porque estamos hablando de una consola que tiene potencia para mover juegos en 1080p. No es una consola para 1440p, y mucho menos para 4K, salvo que hablemos de juegos muy poco exigentes, o de títulos de hace dos o tres generaciones (era Xbox 360 y PS3).
En términos de rendimiento, la Steam Machine equivale a un PC de gama media-baja económico, sobre todo por su tarjeta gráfica, que es inferior a la Radeon RX 7600. Por muy optimizado que esté SteamOS al final su solución gráfica es la que determina su resolución óptima, y esta solo tiene 8 GB de VRAM, así que está claro que su resolución objetivo es 1080p.
Esto es importante porque la única diferencia relevante entre HDMI 2.0 y HDMI 2.1 está en el ancho de banda. Vamos a verlo con detalle:
HDMI 2.0 alcanza los 18 Gbps, lo que permite resolución hasta 4K a 60 Hz, y tiene soporte de HDR10.
HDMI 2.1 alcanza los 48 Gbps, así que puede alcanzar resolución 4K a 120 Hz u 8K a 60 Hz, y tiene soporte de HDR10+.
Esto quiere decir que solo necesitaremos HDMI 2.1 si tenemos un equipo lo bastante potente como para jugar en 4K a más de 60 FPS, y la Steam Machine es un sistema cuya resolución objetivo es 1080p que no tiene potencia para mover juegos actuales de forma aceptable en 4K.
Si queremos conectar la Steam Machine a un monitor no tendremos ningún problema porque esta cuenta con una salida DisplayPort 1.4, un estándar que es capaz de alcanzar un pico de 32 Gbps y que es capaz de trabajar en 4K con una tasa de refresco máxima de 120 Hz, aunque utilizando DSC (Display Stream Compression).
En resumen, aunque siempre es mejor contar con un estándar más avanzado, como HDMI 2.1 en este caso, esto no quiere decir que sea imprescindible para disfrutar de una buena experiencia de uso. Steam Machine es una consola pensada para 1080p, y en esa resolución HDMI 2.0 va sobrado.
Si hablamos de contenidos multimedia, con HDMI 2.0 podremos llegar a 4K y 60 Hz activando HDR10, un nivel que también es suficiente para la gran mayoría de los usuarios, así que tampoco supone un problema real. Por eso he empezado diciendo que este tema se ha magnificado de una manera exagerada.
La entrada Steam Machine está limitada a HDMI 2.0, pero esto no es un problema tan grave se publicó primero en MuyComputer.


