ChatGPT lleva tiempo dejando claro que ya no es solo una herramienta que responde, sino una presencia con la que muchos interactúan a diario casi como si tuviera carácter propio. Con el paso de los meses, esa sensación se ha ido intensificando, no porque el chatbot “sienta” nada, sino porque su forma de expresarse influye directamente en cómo lo percibimos. Y cuando algo empieza a parecernos demasiado serio, demasiado creativo o, directamente, un poco borde, es inevitable preguntarse si no debería existir algún tipo de control sobre ello.
Ese control empieza a materializarse ahora. OpenAI ha comenzado a desplegar una nueva opción que permite ajustar determinados rasgos del comportamiento de ChatGPT, dando al usuario margen para decidir cómo quiere que se exprese el modelo. No hablamos de cambiar lo que sabe o lo que puede hacer, sino de algo más sutil: el tono, el estilo y ese “carácter” que emerge en cada respuesta, para bien o para sarcasmo innecesario.
Entre los parámetros que se pueden modificar destaca el conocido concepto de “temperatura”, un ajuste habitual en modelos de lenguaje que controla lo creativas o conservadoras que son las respuestas. A mayor temperatura, más libertad y riesgo; a menor, respuestas más predecibles y contenidas. A esto se suman opciones relacionadas con el estilo comunicativo, que permiten afinar desde un tono más formal hasta uno más relajado, con un punto de ironía si así se desea, pasando por el uso de emojis.. En la práctica, es casi como regular un termostato emocional, aunque sin garantía de que el resultado no te suelte alguna pulla bien medida.
Conviene aclarar algo importante: este cambio no implica un nuevo modelo ni altera las capacidades internas de ChatGPT. La base técnica sigue siendo la misma; lo que varía es la forma en la que esas capacidades se expresan. Ajustar la personalidad no convierte al chatbot en más inteligente ni más preciso, pero sí puede hacerlo más cómodo —o más entretenido— según el tipo de interacción que busque cada usuario.
You can now adjust specific characteristics in ChatGPT, like warmth, enthusiasm, and emoji use.
Now available in your «Personalization» settings. pic.twitter.com/7WSkOQVTKU
— OpenAI (@OpenAI) December 19, 2025
En el uso diario, esta personalización puede marcar la diferencia. Hay quien prefiere respuestas secas y directas, sin adornos ni chascarrillos, y quien disfruta de un ChatGPT más suelto, capaz de introducir ironía o comentarios menos neutros. También puede resultar útil en contextos profesionales, donde un tono excesivamente creativo puede ser un estorbo, o en usos más informales, donde un punto de cinismo controlado hace la conversación más llevadera.
Este movimiento encaja con una tendencia clara en la evolución reciente del servicio. Primero llegaron las instrucciones personalizadas, después la memoria, y ahora la posibilidad de ajustar explícitamente el tono y el carácter. Todo apunta a que OpenAI busca que ChatGPT se adapte cada vez más al usuario, en lugar de obligar al usuario a adaptarse al chatbot, una “domesticación” progresiva que dice mucho sobre cómo se concibe el futuro de estas herramientas.
Al final, poder ajustar la personalidad de ChatGPT no significa humanizarlo, aunque a veces lo parezca, sino reconocer algo muy simple: la forma importa tanto como el fondo. Y si vamos a pasar tantas horas hablando con una inteligencia artificial, quizá no sea mala idea decidir si la queremos seria, creativa… o con ese punto de sarcasmo justo para que no parezca que siempre está de acuerdo con todo.
La entrada ChatGPT ya permite ajustar su personalidad se publicó primero en MuyComputer.

