Brave continúa ampliando sus opciones de personalización con nuevas herramientas que buscan ofrecer más control a los usuarios. En un mercado donde la privacidad y la flexibilidad son cada vez más valoradas, este navegador sigue evolucionando con funciones que lo diferencian de las soluciones más convencionales.
Con la llegada de la versión 1.75, Brave ha incorporado una nueva característica que permite la inyección de JavaScript personalizado en los sitios web. Hasta ahora, este tipo de funcionalidad solo estaba disponible mediante extensiones de terceros, como TamperMonkey o GreaseMonkey, que también podemos encontrar en otros muchos navegadores, pero con este cambio ahora los usuarios pueden ejecutar sus scripts directamente desde el navegador, sin depender de complementos externos. Esta función permite modificar el comportamiento de las páginas web en tiempo real, personalizar su apariencia y automatizar ciertas tareas, algo que puede resultar especialmente útil para usuarios avanzados y desarrolladores.
Las posibilidades que ofrece esta funcionalidad son diversas. Los usuarios pueden emplearla para bloquear elementos intrusivos, ocultar secciones irrelevantes de una web, reorganizar interfaces o incluso automatizar acciones repetitivas en determinados servicios. Por ejemplo, es posible evitar la reproducción automática de vídeos en plataformas de streaming, modificar la disposición de los menús en sitios de compras o implementar mejoras visuales en foros y redes sociales. En términos de personalización, esta herramienta brinda un nivel de control que anteriormente solo estaba disponible mediante scripts externos.

Al estar integrada de forma nativa en el navegador, esta función ofrece una ventaja sobre las extensiones de terceros, reduciendo la necesidad de instalar complementos adicionales que pueden consumir más recursos del sistema o representar un riesgo de seguridad. Sin embargo, Brave no impone restricciones estrictas sobre los scripts que pueden ejecutarse, lo que significa que los usuarios deben ser cautelosos al aplicar código desconocido. Los scripts maliciosos pueden ser utilizados para manipular datos, inyectar anuncios o incluso comprometer información sensible.
Esta nueva funcionalidad está disponible en Brave 1.75 para escritorio, aunque por ahora no se ha confirmado su llegada a dispositivos móviles. La implementación en la versión de escritorio permite a los usuarios más experimentados probar sus posibilidades y adaptar su experiencia de navegación sin depender de herramientas externas. La integración de este tipo de características demuestra una evolución del navegador hacia un perfil más técnico, sin perder de vista su enfoque en privacidad y seguridad.
Con esta actualización, Brave amplía sus capacidades de personalización y otorga a los usuarios un mayor control sobre los sitios que visitan. Aunque esta función puede resultar especialmente útil para quienes buscan modificar su experiencia de navegación, su uso también requiere responsabilidad, ya que la ejecución de código inadecuado podría comprometer la estabilidad o seguridad del sistema.
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