El gigante del chip ha dado nuevos detalles sobre el nodo Intel 18A, y ha confirmado avances importantes que representan un gran avance frente al nodo Intel 3. Este nuevo nodo será utilizado en los procesadores Panther Lake, diseñados para portátiles y equipos de bajo consumo, y en la serie Xeon Clearwater Forest, dirigidos a servidores y centros de datos.
Según Intel, el nodo 18A está optimizado para aplicaciones HPC (computación de alto rendimiento), porque puede trabajar en régimen de bajo y alto voltaje (0,65V e inferior y 1,1V y superior). Comparado con el nodo Intel 3, el nuevo nodo Intel 18A ofrece:
Un aumento de la velocidad de trabajo del 25%.
Una reducción del consumo del 36% a la misma frecuencia.
Un aumento de rendimiento del 15% por vatio consumido.
Un incremento de la densidad de transistores de hasta un 39%.
Todas estas mejoras han sido posibles gracias a los cambios que ha introducido Intel a nivel de transistores en este nodo, que pasa de utilizar un diseño FinFET a utilizar el diseño RibbonFET. Este nuevo diseño mejora la electroestática de las puertas, el ancho efectivo, la flexibilidad y reduce el parasitismo a nivel de capacitancia (capacidad de almacenamiento de energía).
Los nuevos transistores RibbonFET también traen cambios a nivel de alimentación, ya que obtienen energía por la parte trasera, y vienen con mejoras en la interconectividad frontal, lo que contribuye en gran medida a mejorar su eficiencia en general.
El gigante del chip confirma, además, una reducción del filtrado de electricidad y de la caída del voltaje, una mejor utilización a nivel de celdas y una señal RC más baja. En cuanto al escalado de la SRAM, el nodo Intel 18A mejora la densidad en un 30% frente al nodo Intel 3.
En los próximos años este nodo evolucionará en dos versiones mejoradas, la 18A-P y la 18A-PT. Esta estrategia es parecida a la que han seguido otros grandes del sector como TSMC, por ejemplo, que también ha lanzado diferentes versiones de sus nodos de 3 nm, creando versiones con pequeñas mejoras a nivel de rendimiento y de consumo frente al nodo original. Su lanzamiento se espera entre 2026 y 2028.
El nodo Intel 18A es fundamental para la recuperación de Intel. El gigante del chip no solo necesita un nodo lo bastante avanzado y maduro como para fabricar sus propios procesadores de última generación, sino que además necesita demostrar a los inversores que sus fábricas siguen siendo capaces de competir en lo más alto con TSMC.
Si este nodo sale bien, Intel logrará mejorar la confianza de los inversores, tendrá una solución muy competitiva en el mercado y disipará muchos fantasmas. Obviamente también ayudará a que sus acciones suban.
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