Cuando compras un juego no te pertenece, solo compras una licencia para usarlo por un tiempo finito. Este es el modelo de negocio que defienden desarrolladoras, publicadoras e incluso la propia Steam, y como habréis podido imaginar es injusto y malo para nosotros, los jugadores.
Las compañías se lo han creído hasta tal punto que piensan que pueden hacer lo que quieran con sus usuarios, pero lo ocurrido con The Crew demostró que estaban equivocadas. A raíz del cierre de servidores de dicho juego surgió la petición «Dejad de Matar Juegos», que ya ha superado los 1,2 millones de firmas, y el apoyo que recibe sigue creciendo.
El último en sumarse a esa campaña ha sido Nicolae Ștefănuță, vicepresidente del Parlamento de la Unión Europea, quien ha firmado la petición y ha dicho que:
«Estoy del lado de la gente que empezó esta iniciativa ciudadana. He fiermado, y seguiré ayudándolos. Un juego, una vez vendido, pertenece al cliente, no a la empresa».
Sería fantástico que su apoyo no quede en una simple declaración de intenciones, y que arranque una iniciativa parlamentaria para regular este tema y acabar con la situación de indefensión que genera esa política de «no compras el juego, alquilas una licencia para jugarlo».
No quiero ser alarmista, pero pensad en qué podría ocurrir si Steam llegase a cerrar en algún momento. Según esa política, establecida en las condiciones de uso, perderíamos todos los juegos y no tendríamos derecho a nada. Esto no sucedería con Good Old Games, donde los juegos comprados son nuestros y se pueden descargar, instalar y activar offline.
Esta campaña se centra alrededor de tres peticiones clave que suscribo totalmente:
Exigir que los videojuegos vendidos sigan funcionando incluso cuando finalice su soporte oficial.
Que no se requiera ningún tipo de conexión con la publicadora cuando el soporte termine.
Que no se interfiera con ninguna práctica de negocio mientras que el juego aún tenga soporte.
En resumen, lo único que se pide a desarrolladoras y publicadoras es que dejen de utilizar esa especie de estrategia de la «tierra quemada» cuando abandonan un juego, y que en vez de dejarlo inutilizado porque ya no les resulta rentable, lo liberen para que los jugadores puedan seguir disfrutándolo.
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