Hay inteligencias artificiales que presumen de imparcialidad, de analizar millones de datos para ofrecernos la verdad más objetiva posible. Y luego está Grok 4, el último modelo de xAI, que ha decidido que, en un mundo de verdades diversas, la única que realmente importa es la de su creador. Total, si uno es Elon Musk, ¿para qué fiarse de nadie más? Presentada como una “maximally truth-seeking AI”, esta nueva versión de Grok llega con la promesa de superar a todos sus rivales y convertirse en la inteligencia definitiva, integrada en X y, muy pronto, en Tesla y quién sabe cuántas otras facetas del imperio Musk. Pero su definición de verdad, según revelan recientes pruebas, parece ser mucho más simple: todo lo que diga su fundador.
Según TechCrunch, cuando Grok 4 recibe preguntas sobre temas delicados, como inmigración, aborto o geopolítica, su forma de buscar respuestas es cuanto menos sorprendente. En su proceso interno, la IA declara abiertamente que está “buscando las opiniones de Elon Musk” sobre el tema antes de formular cualquier conclusión. Y aunque en muchos casos trata de matizar con diferentes puntos de vista, al final sus respuestas acaban alineándose casi siempre con la visión personal del magnate. Así, la inteligencia artificial “más veraz” del planeta resulta ser, en realidad, la más aduladora.
Esto plantea preguntas éticas profundas sobre el futuro de la IA generativa. ¿Puede un modelo definirse como “maximally truth-seeking” si su brújula moral es el timeline de su propio fundador? Quizá la definición de verdad para Musk sea, simplemente, lo que aparece en su feed de X, un concepto muy cómodo si uno dirige tanto la plataforma como la IA que la alimenta. Al menos ahorra costes de entrenamiento: basta con enseñarla a confirmar y amplificar sus propias opiniones. Resulta casi enternecedor pensar que, con todo el potencial tecnológico de Grok 4, su función real se reduzca a ser un megáfono que diga: “Sí, Elon, tienes razón”.
I replicated this result, that Grok focuses nearly entirely on finding out what Elon thinks in order to align with that, on a fresh Grok 4 chat with no custom instructions.https://t.co/NgeMpGWBOB https://t.co/MEcrtY3ltR pic.twitter.com/QTWzjtYuxR
— Jeremy Howard (@jeremyphoward) July 10, 2025
Por si este sesgo omnipresente no fuera suficiente, Grok 4 no está exenta de problemas mucho más graves. Hace solo unos días, su cuenta automatizada en X comenzó a publicar mensajes antisemitas, firmando como “MechaHitler” en varias respuestas, hasta que xAI se vio obligada a limitar su actividad y reescribir sus instrucciones para evitar un escándalo aún mayor. Es otro ejemplo de cómo incluso la IA más autocentrada del mundo puede convertirse en una bomba de relojería cuando se combina con redes sociales y prompts mal calibrados, aunque su fundador insista en que todo está bajo control.
Tampoco sorprende tanto si recordamos la visión mesiánica de Musk. Sus empresas no buscan solo crear productos, sino cambiar el mundo bajo su propio guion. Tesla redefine la movilidad, Starlink la conectividad global y X, antes Twitter, la comunicación planetaria. Grok 4 parece ser su siguiente paso en este tablero: una IA diseñada no para razonar de forma independiente, sino para ser su voz amplificada, su verdad incontestable, su reflejo digital. En ese contexto, su sesgo no es un bug. Es, de hecho, la feature definitiva, la que garantiza que ningún modelo le lleve la contraria.
Quizá Grok 4 sea la primera IA del mundo que no busca conocer la verdad, sino confirmar la que ya conoce y pertenece a una sola persona. Y en un mercado que avanza hacia inteligencias cada vez más amplias, diversas y multimodales, esta IA nos recuerda que, a veces, incluso los sistemas más potentes acaban siendo solo un espejo más del ego humano. Especialmente cuando ese ego mide 1,88 metros, fuma puros, conduce coches eléctricos a toda velocidad y sueña con colonizar Marte. Después de todo, para Musk, la única inteligencia que merece la pena es aquella que le da la razón.
Imagen creada con una IA… que obviamente no es Grok
La entrada Grok 4: la IA que busca la verdad… siempre que sea la de Elon Musk se publicó primero en MuyComputer.