Intel Core Ultra 200H, la familia presentada por en el pasado CES 2025, es la nueva propuesta de Intel para portátiles de alto rendimiento, con el Core Ultra 9 285H como su modelo más potente dentro de la serie Arrow Lake-H. Las primeras pruebas han demostrado que ofrece un rendimiento competitivo y una gran eficiencia energética, pero también revelan ciertas limitaciones en el apartado de inteligencia artificial, un aspecto clave en la evolución del sector.
El tope de gama de los Core Ultra 200H cuenta con 16 núcleos y 16 hilos, organizados en 6 núcleos de alto rendimiento (P-cores), 8 núcleos de eficiencia (E-cores) y 2 núcleos de eficiencia de bajo consumo (LP E-cores). Su frecuencia de funcionamiento varía según la carga de trabajo, con una frecuencia base de entre 1 y 2,9 GHz y una frecuencia máxima de hasta 5,4 GHz gracias a la tecnología Intel Turbo Boost. Además, dispone de 24 MB de caché L3, lo que ayuda a mejorar el acceso a los datos más utilizados y optimizar el rendimiento en escenarios exigentes.
Las pruebas iniciales han demostrado que el Core Ultra 9 285H ofrece un rendimiento sólido tanto en un solo núcleo como en múltiples núcleos, situándose por delante de competidores como el AMD Ryzen AI 300 y el Qualcomm Snapdragon X Elite en aplicaciones de uso general. Sin embargo, no todo son mejoras: en pruebas sintéticas como Cinebench, su rendimiento en un solo núcleo no consigue superar al de su predecesor, el Core Ultra 9 288V, a pesar de contar con una frecuencia nominal superior. Este comportamiento sugiere que, aunque Intel ha optimizado el consumo y la eficiencia de sus nuevos procesadores, el incremento de frecuencia no siempre se traduce en un mayor rendimiento en todas las situaciones. Las diferencias en la arquitectura, la distribución de los núcleos y la gestión térmica pueden influir en estos resultados.
En el apartado gráfico, el Core Ultra 9 285H integra la GPU Intel Arc 140T, que está compuesta por 8 núcleos Xe y supone una evolución respecto a las soluciones gráficas integradas previas de Intel. Su rendimiento en juegos lo sitúa en un nivel similar al de la 185H de Meteor Lake, aunque queda por detrás de la nueva GPU Xe2 de Lunar Lake. A pesar de ello, en aplicaciones generales, la Arc 140T compite con las Radeon 880M y 890M, así como con la Arc 140V, lo que representa un salto en potencia gráfica dentro del ecosistema Intel. Tengamos en cuenta, no obstante, que la optimización del software y los controladores jugarán un papel determinante en su desempeño final, ya que en generaciones anteriores la falta de madurez en los drivers ha sido un obstáculo para aprovechar al máximo sus capacidades.
Uno de los aspectos más destacados del Core Ultra 9 285H es su eficiencia energética, un factor cada vez más relevante en el sector de portátiles. En pruebas de uso de oficina, ha logrado alcanzar hasta 16 horas y 30 minutos de autonomía, lo que supone un avance significativo en comparación con generaciones anteriores. En cuanto a consumo, su TDP base es de 45W, pero puede aumentar hasta 115W en picos de carga cuando el procesador opera a plena capacidad. Esta flexibilidad permite que el chip se adapte a diferentes escenarios, priorizando la autonomía en tareas ligeras y maximizando el rendimiento en cargas más intensivas.
A pesar de que Intel ha promocionado la serie Arrow Lake-H como una plataforma optimizada para inteligencia artificial, la realidad es que el Core Ultra 9 285H presenta ciertas limitaciones en este apartado. Su NPU (Intel AI Boost) mantiene los mismos 13 TOPS de la generación anterior (Meteor Lake), lo que impide que los portátiles con este chip obtengan la certificación Copilot+ de Microsoft, que exige 40 TOPS para garantizar un rendimiento adecuado en tareas avanzadas de IA. Esto significa que, aunque el procesador puede ejecutar tareas de inteligencia artificial, su capacidad es significativamente menor en comparación con las soluciones más avanzadas del mercado. Los procesadores Lunar Lake de Intel y los AMD Ryzen AI ofrecen un mejor desempeño en este apartado, lo que podría suponer una ventaja competitiva en portátiles diseñados específicamente para cargas de trabajo de IA.
El Core Ultra 9 285H, junto con el resto de la familia Core Ultra 200H, competirá en el sector de portátiles frente a los AMD Ryzen AI y los Qualcomm Snapdragon X, dos arquitecturas que han apostado fuerte por la aceleración de IA y la eficiencia energética. Mientras que el procesador de Intel ofrece un buen equilibrio entre potencia y consumo en tareas generales, sus rivales destacan más en aspectos como la inteligencia artificial y el rendimiento gráfico. Se espera que en las próximas semanas lleguen al mercado nuevos portátiles equipados con Arrow Lake-H, lo que permitirá comprobar si estas mejoras se traducen en una experiencia de usuario más equilibrada y competitiva.
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