Intel está preparando un cambio muy importante con Nova Lake-S, su próxima generación de procesadores de alto rendimiento para escritorio. Esta nueva generación será una revolución a todos los niveles, porque:
Utilizará el nuevo nodo de 2 nm de TSMC, o el nodo Intel 18A, en el bloque de computación (donde están los núcleos de la CPU).
Adoptará nuevas arquitecturas tanto en los núcleos P (Coyote Cove) como en los núcleos E (Artic Wolf), lo que se traducirá en un aumento del IPC.
Tendrá una iGPU mucho más potente y avanzada, basada en la arquitectura Xe3 (Celestial).
Contarán con una NPU4, una solución muy superior a la que podemos encontrar en Arrow Lake-S, y con potencia suficiente para mover Copilot+.
Algunos modelos tendrán una gran cantidad de caché L3 para mejorar sustancialmente el rendimiento en juegos.
Arquitecturas Coyote Cove y Artic Wolf
Intel Nova Lake-S repetirá el diseño basado en «tiles» o bloques que vimos en Arrow Lake-S. La distribución debería ser bastante similar, con un bloque de computación que será el que integre los núcleos P y los núcleos E. Los núcleos LP estarán integrados en el bloque SoC, es decir, fuera del bloque de computación.
Coyote Cove será la arquitectura que sucederá a Lion Cove, que es la arquitectura que utilizan los procesadores Arrow Lake-S en sus núcleos P. Se espera que esta introduzca mejoras a nivel general para mejorar el IPC entre un 6% y un 10%.
Cuando hablamos de mejoras del IPC queremos decir que puede trabajar con más instrucciones por ciclo de reloj, y que por tanto un núcleo con un 10% más de IPC rinde un 10% más que otro funcionando a la misma frecuencia. El aumento de rendimiento por el incremento de la velocidad de trabajo (más MHz) se sumaría aparte.
Artic Wolf será la sucesora de Skymont, que es la arquitectura que está presente en los núcleos E de Arrow Lake-S. No tenemos todavía datos concretos de cómo podría mejorar en términos de IPC frente a esta, pero se espera un aumento de doble dígito (XX% más).
Los núcleos LP estarán basados, muy probablemente, en Skymont, una arquitectura que va sobrada para las tareas básicas que tendrán que afrontar este tipo de núcleos, cuya prioridad es minimizar el consumo.
Especificaciones de los Intel Nova Lake-S
Gracias a una información que ha compartido TechPowerUp tenemos las que son, en teoría, las especificaciones finales de los futuros procesadores Nova Lake-S de Intel.
Se mantiene la ausencia del HyperThreading, pero hay cambios importantes en las configuraciones de núcleos de todos los modelos, y para bien, ya que en general se ha producido un aumento del número total de núcleos en todas las gamas, incluida la gama de entrada, formada por los Core Ultra 3.
Core Ultra 9
16 núcleos P, 32 núcleos E, 4 núcleos LP.
144 MB de caché L3.
TDP de 150 vatios.
Socket LGA1954.
32 líneas PCIe Gen5.
16 líneas PCIe Gen4.
iGPU Intel Xe3 Celestial.
NPU4.
Core Ultra 7
14 núcleos P, 24 núcleos E, 4 núcleos LP.
120 MB de caché L3.
TDP de 150 vatios.
Socket LGA1954.
32 líneas PCIe Gen5.
16 líneas PCIe Gen4.
iGPU Intel Xe3 Celestial.
NPU4.
Core Ultra 5K y KF
8 núcleos P, 16 núcleos E, 4 núcleos LP.
72 MB de caché L3.
TDP de 125 vatios.
Socket LGA1954.
32 líneas PCIe Gen5.
16 líneas PCIe Gen4.
iGPU Intel Xe3 Celestial.
NPU4.
Core Ultra 5 gama media
8 núcleos P, 12 núcleos E, 4 núcleos LP.
33 MB de caché L3.
TDP de 125 vatios.
Socket LGA1954.
32 líneas PCIe Gen5.
16 líneas PCIe Gen4.
iGPU Intel Xe3 Celestial.
NPU4.
Core Ultra 5 gama económica
6 núcleos P, 8 núcleos E, 4 núcleos LP.
24 MB de caché L3.
TDP de 65 vatios.
Socket LGA1954.
32 líneas PCIe Gen5.
16 líneas PCIe Gen4.
iGPU Intel Xe3 Celestial.
NPU4.
Core Ultra 3
4 núcleos P, 8 núcleos E, 4 núcleos LP.
18 MB de caché L3.
TDP de 65 vatios.
Socket LGA1954.
32 líneas PCIe Gen5.
16 líneas PCIe Gen4.
iGPU Intel Xe3 Celestial.
NPU4.
Core Ultra 3
4 núcleos P, 4 núcleos E, 4 núcleos LP.
12 MB de caché L3.
TDP de 65 vatios.
Socket LGA1954.
32 líneas PCIe Gen5.
16 líneas PCIe Gen4.
iGPU Intel Xe3 Celestial.
NPU4.
La gama de entrada estará formada por los Core Ultra 3, y como podemos ver estos estarán configurados con entre 12 y 16 núcleos. ¿Qué significa esto? Pues que con un modesto Core Ultra 3 de la generación Intel Nova Lake-S ya tendríamos potencia suficiente para jugar con todas las garantías a cualquier juego actual.
Dentro de la gama media-alta (Core Ultra 5K y KF) y en la gama alta vemos podemos ver un aumento considerable de la caché L3. Esto cuadra con los rumores recientes que decían que Intel iba a incrementar este tipo de caché en algunos modelos para mejorar el rendimiento en gaming, y así poder competir con los Ryzen X3D.
¿Por qué es tan importante esa gran cantidad de caché en Intel Nova Lake-S?
Como ya os he comentado en el apartado anterior, la caché anterior influye en el rendimiento de los juegos. Tener una mayor cantidad de caché L3 permite almacenar más datos e instrucciones en dicha caché, a los que el procesador podrá acceder cuando lo necesite.
Una caché L3 más grande también reduce la cantidad de ciclos de vaciado y de reescritura para introducir datos e instrucciones nuevas, lo que permite conseguir picos de rendimiento más altos y un rendimiento general más estable.
Cuando el procesador necesita datos o instrucciones primero busca en sus cachés siguiendo el orden de jerarquía establecido. Si no encuentra lo que busca en la caché L2 registra un «miss» (fallo) y luego mira en la caché L3, si tampoco lo encuentra tendrá que recurrir a la RAM.
Para acceder a la RAM tiene que tirar de su controladora de memoria y recorrer una distancia notable, porque esta está colocada en las ranuras correspondientes en la placa base. Por contra, la memoria caché L3 está pegada al procesador. Esto se traduce en una mayor latencia, y afecta negativamente al rendimiento.
Tener una caché L3 más grande reduce la dependencia del procesador de la RAM, y se traduce en menos acceso a esta para completar sus ciclos de trabajo. Buscar en la L3 es más rápido y tiene menos latencia que buscar en la RAM, por esa razón mejora tanto el rendimiento de un procesador en juegos si este tiene una mayor caché L3.
Nueva iGPU y NPU4, ¿realmente suponen una mejora importante?
Sí, sin ningún tipo de duda. Hablemos primero de la iGPU. Montar una solución Xe3 basada en Celestial en los nuevos Intel Nova Lake-S supone un salto notable tanto en términos de potencia como de soporte de tecnologías avanzadas, ya que esta nueva arquitectura promete una mejora de rendimiento tan grande que podría ser capaz de mover juegos actuales en 1080p con un nivel de calidad aceptable.
Por otro lado, esta arquitectura cuenta con aceleración de trazado de rayos y matrices XMX de nueva generación, lo que significa que es compatible con Intel XeSS acelerado por hardware. Gracias a estas nuevas GPUs integradas los procesadores Intel Nova Lake-S ofrecerían un conjunto de funciones y de tecnologías de última generación impresionantes para tratarse de soluciones integradas, y serían mucho más competitivas con las Radeon de AMD.
Ahora tenemos que hablar de la NPU4. Para entender mejor el avance que supondría esta nueva unidad de procesamiento neural tenemos que ver qué monta Arrow Lake-S y qué valor ofrece. Esta generación cuenta con una NPU3 de solo 13 TOPs, una solución muy modesta que no tiene potencia suficiente para mover Copilot+ (requiere 40 TOPs), y que por tanto no aporta prácticamente ninguna utilidad, más allá de poder ejecutar pequeños modelos de IA muy limitados.
La NPU4 de Intel aumenta muchísimo el rendimiento, y es capaz de alcanzar los 48 TOPs. Esto significa que supera el requisito de 40 TOPs de Microsoft Copilot+, con todo lo que ello supone en términos de valor añadido. Con esta nueva unidad de procesamiento neural los Intel Nova Lake-S nos permitirán disfrutar de IA avanzada en Windows en local, sin que esta afecte negativamente al rendimiento de otros componentes.
Cuándo llegará Nova Lake-S, ¿tendré que cambiar de placa base?
El lanzamiento de esta nueva generación de procesadores está programado para finales de 2026. Si todo va bien y no surge ningún problema, lo más seguro es que lleguen al mercado entre octubre y noviembre de dicho año.
En cuanto a la placa base, sí, si tienes un equipo con una placa base con socket LGA1851 tendrás que cambiarla si quieres montar un procesador Intel Nova Lake-S, porque estos utilizarán el nuevo socket LGA1954, que tiene más contactos y por tanto es electrónicamente incompatible con esa nueva generación.
Posible precio de los procesadores Intel Nova Lake-S
Todavía no tenemos información concreta sobre el precio que podría tener cada uno de esos nuevos procesadores. Sin embargo, hay cierto consenso en que Intel va a intentar mantener el precio lo más cerca posible a lo que vimos en la generación actual, lo que significa que los modelos más cercanos en gama y prestaciones costarán más o menos lo mismo que los Arrow Lake-S equivalentes en el momento de su lanzamiento.
También cabe la posibilidad de que se produzca un aumento de precio en algunos modelos. Esto estaría perfectamente justificado, sobre todo en la gama alta, que como vimos tendrá una gran cantidad de caché L3, algo que complica el diseño y encarece la producción. La inclusión de una iGPU más avanzada y de una NPU superior también aumentaría los costes, y complicaría el salto del papel a la oblea.
No nos queda otra que esperar a ver qué hace Intel. Con todo, podéis tener claro que el precio de Nova Lake-S también dependerá de lo que haga AMD con los Ryzen de próxima generación, que estarán basados en la arquitectura Zen 6. Si estos acaban siendo superiores o muy competitivos, no hay duda de que Intel tendrá que acabar por ajustar el precio de sus nuevas CPUs, como hizo con Arrow Lake-S.
La entrada Intel Nova Lake-S: especificaciones, cambios a nivel de arquitectura, socket, precio y posible fecha de lanzamiento se publicó primero en MuyComputer.