Aunque todavía tendremos que esperar bastante hasta la llegada de Xbox Magnus, la próxima generación de la consola de los de Redmond, a lo largo de este 2025 ya hemos ido recibiendo bastante información al respecto, con un especial acelerón durante las últimas semanas. La principal noticia es, claro, una nueva confirmación de que realmente habrá una next-gen, algo que no parecía del todo claro, especialmente después del fiasco económico que ha sido Series X|S, que ha sido incapaz de remontar el pinchazo de Xbox One.
También sabemos que no será, precisamente, una consola económica, y que Microsoft ha decidido que la consola sea más PC que nunca. A este respecto hay opiniones para todos los gustos, aunque de primeras parece un movimiento inteligente, tanto para tener un factor diferencial más claro con respecto a PlayStation, y también porque esto puede facilitar el salto entre plataformas (PC y consola) a los desarrolladores.
Ese giro hacia un modelo más cercano al PC no solo afecta al hardware, claro. Microsoft ha comenzado a reestructurar su entorno de desarrollo con una actualización sustancial del GDK (Game Development Kit), el conjunto de herramientas que los estudios utilizan para desarrollar juegos para Xbox. Esta actualización de octubre de 2025 incluye soporte explícito para “Xbox NextGen”, bajo el nombre clave Magnus, lo que representa la primera referencia oficial de este nuevo hardware dentro del ecosistema de desarrollo de la compañía.
Uno de los pilares de esta actualización es la nueva API GameInput, que unifica la gestión de teclado, ratón, mando de Xbox e incluso controladores personalizados en una única interfaz coherente. Esta solución garantiza baja latencia y seguridad, y equipara completamente la entrada de datos entre Xbox y Windows. Esta integración es clave para que los juegos multiplataforma —especialmente los de Xbox Play Anywhere— ofrezcan una experiencia homogénea en ambos entornos.
Otra incorporación destacada es PlayFab Game Saves, un sistema que amplía la gestión de partidas guardadas en la nube. Microsoft plantea esta herramienta como una forma de reducir la carga para los desarrolladores que quieran habilitar partidas cruzadas entre Steam, Xbox y otros ecosistemas. El servicio se encarga de la sincronización de archivos, la resolución de conflictos y el soporte offline, y ya se encuentra disponible en fase de preview.
El nuevo Xbox Game Package Manager, por su parte, simplifica el empaquetado y la subida de juegos al ecosistema Xbox. Esta herramienta permite crear versiones tanto para Xbox (XVC) como para PC (MSIXVC) desde los archivos fuente del juego, todo mediante un sistema de autenticación vía navegador. También incluye soporte para múltiples idiomas, flujos de trabajo con varios equipos y validación automática, lo que debería reducir errores y acelerar el proceso de certificación y publicación.
La actualización también permite generar ejecutables que incluyan tanto binarios para x64 como para ARM64, lo que encaja con el interés creciente de Microsoft por llevar el juego nativo a dispositivos ARM con Windows. Además, se ha añadido soporte para el Xbox Cross-Platform Gaming Runtime, que permite integrar funciones sociales y de autenticación del ecosistema Xbox en juegos que se ejecutan en otras plataformas, como Steam. Esto podría facilitar cooperativo multiplataforma o integración de perfiles entre Xbox y PC.
Todo este conjunto de herramientas se integrará progresivamente bajo el PlayFab Unified SDK, que Microsoft presenta como una solución modular que pretende unificar el desarrollo en todo su ecosistema. El objetivo final es evidente: que Xbox Play Anywhere deje de ser una promesa difícil de implementar y pase a convertirse en una práctica común, también entre estudios medianos y pequeños. Si Xbox Magnus quiere ser más PC que nunca, su software de desarrollo tiene que estar a la altura.
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