Convertirse en creador de contenidos es, hoy en día, más fácil que nunca gracias a YouTube y a la democratización de los smartphones, que integran una cámara y todo lo necesario para grabarnos con un nivel de calidad más que aceptable. Sin embargo, abrirse paso en esta industria es extremadamente complicado, y la cosa cada vez va a peor.
Si te preguntas dónde está el problema tranquilo, que es muy fácil de entender, aunque debemos diferenciar entre tres grandes claves. A día de hoy la primera clave, y la más importante, está en el exceso de contenido, es decir, en la enorme cantidad de creadores de contenido que compiten entre sí por hacerse un hueco y ganar popularidad.
La segunda clave la tenemos en la repetición del contenido. Al haber muchos creadores una buena parte de estos se limita a repetir o incluso a copiar otros contenidos que ya existen, tanto de medios escritos como de otros creadores de YouTube, lo que hace que podamos encontrarnos con centenares de vídeos dedicados a un mismo tema que dicen prácticamente lo mismo.
Por último tenemos un punto fundamental, la caída de la importancia del valor del contenido. Lamentablemente hacer buen contenido no tiene por qué darte más visitas. Los usuarios valoran cada vez más aspectos muy personales, como por ejemplo si un creador les cae bien, si les hace reír o si este aborda temas serios con un enfoque sensacionalista y alejado de la realidad que les diga lo que quieren escuchar.
Todo esto nos ha llevado a un escenario aterrador en YouTube, y también en medios escritos, donde contenidos de calidad pasan desapercibidos y otros con un nivel paupérrimo son las grandes estrellas. Es el paradigma de Google, que asegura priorizar la calidad del contenido en todos los sentidos, una máxima que al final pocas veces se acaba cumpliendo.
Miles de millones de vídeos con cero reproducciones en YouTube
Un estudio revela que en 2024 un total de 14.800 millones de vídeos en YouTube pasaron prácticamente desapercibidos, que la mayoría de los vídeos subidos a esta plataforma tuvieron entre 17 y 128 reproducciones, y que poco más del 4% consigue superar el millón de reproducciones. Son números que no habíamos visto hasta ahora en un estudio centrado en la conocida plataforma de vídeo de Google.
También hemos descubierto, gracias a este estudio, que un 74% de los vídeos subidos no tuvieron ningún comentario, y que un 89% no recibieron ningún «me gusta». En cuanto a la calidad de los vídeos, solo un 14% tenían un enfoque profesional o un fondo más cuidado, el 38% habían sido editados con mayor o menor maestría, y la calidad del sonido era muy diferente en el 85% de los vídeos, de hecho un 40% de estos solo contenían canciones sin locución.
Como curiosidad, la duración media de un vídeo típico de YouTube es de 64 segundos, y una tercera parte de estos duran menos de 33 segundos. Volviendo al problema del exceso de contenido, solo tenemos que ver la evolución de la plataforma en sus 20 años de vida, y la explosión que ha vivido a nivel de contenidos
En 2014 la plataforma todavía no tenía 2.000 millones de vídeos subidos, y en 2024 logró superar la barrera de los 14.000 millones de vídeos, dos datos que reflejan un crecimiento masivo, y que nos ayudan a entender por qué estamos diciendo que hay un problema de exceso de contenidos en esta plataforma.
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