¡Has desafiado a los dioses, señor Locke! ¡Y ahora pagarás el precio! Benjamin Linus (Perdidos, Ep. 11 T 4)
Me llamo Rouge. Mi bisabuela Marie vendía gris-gris en el barrio francés de Nueva Orleans. Y hoy he tenido un día extraño en el trabajo. No me sienta bien la gorra del Starbucks, mi pelo rizado se resiste siempre a mantenerse ordenado y comprimido debajo de la gorra que el encargado me obliga a llevar. Él también opina sobre cómo debo llevar la camiseta o el pantalón. Y usa demasiado las manos para explicármelo. Suzanne y yo lo llamamos «petit Napoléon» por su estatura y porque realmente se cree el emperador de esta pequeña tienda. Según él lo ascendieron trasladándole a un barrio más importante de la ciudad, pero lo que creemos es que en esa tienda ya no lo soportaban más. Más que feo es desagradable, no es su cara sino lo que él hace con ella: esas sonrisas forzadas tan siniestras cuando atiende a los clientes, ese color rojo que se le sube a las orejas cuando se enfada con nosotras. Y claro, se nos escapa la risa y eso le enfurece aún más y al final lo pagamos con los turnos peores. Pero no nos quejamos porque Suzanne y yo estamos enamoradas. Lo sabemos las dos, pero por ahora nos limitamos a mirarnos y a reir de cualquier cosa, sobre todo de «petit Napoléon» claro. No se si se trata de sentimientos o de simple atracción, pero con ella estoy en paz. Todo lo malo del trabajo se convierte en algo divertido cuando lo comentamos en los descansos. Y la risa de Suzanne vale por mil turnos de madrugada.
Pero como decía hoy he tenido un día extraño en el trabajo. He atendido a un tipo con pinta de ejecutivo, con un traje impecable pero con un triángulo de la camisa que asomaba fuera del pantalón. Y no podía dejar de mirar ese triángulo de tela pensando en cómo se lo iba a comentar a Suzanne en el siguiente descanso y cómo nos íbamos a reir y él se ha enfadado. Me ha dicho que por qué sonreía como una tonta y esa violencia me ha sobresaltado y una lágrima se ha apretado en mi ojo izquierdo aunque no la he dejado salir. Le he pedido perdón y que si me podría repetir lo que quería. Ha echo un aspaviento exagerado agitando su maletín por encima del mostrador quejándose en voz alta de la juventud que no quería trabajar. He pensado en cómo este tipo se pasa horas todos los días haciendo que trabaja, pero limpiando las mesas Suzanne y yo le hemos visto en páginas de apuestas deportivas. Habrá perdido dinero porque nunca le había visto así. Entonces apoyó las dos manos en el banco acercando su cara a la mía, no pude evitar echarme para atrás. Me escupió su pedido: con leche de almendras tibia y café de Kenya. Le pregunté a nombre de quién, no lo recordaba con los nervios. Raul, me gritó, vengo prácticamente todos los días. Con la mano temblorosa apunté su nombre en el vaso de plástico. En vez de tinta el nombre quedó como quemado sobre el pástico. Y el tipo cayó fulminado. Se lo llevó la ambulancia enseguida. En el descanso le conté a Suzanne que mi bisabuela Marie me llamaba Ayida-Weddo: arcoíris y serpiente.
Hay que decir que el panorama de la electrificación en el mundo de la automoción está como poco entretenido. Aunque el protagonista del futuro sigue pareciendo el coche eléctrico otras opciones como los híbridos y microhíbridos son apuestas que siguen fuertes en el mercado incluso evolucionando desde el punto de vista técnico. Una de las marcas que sigue apostando por alternativas es Nissan que con su novedoso sistema e-Power proporciona un enfoque distinto a las tradicionales motorizaciones híbridas. En este sistema es el motor eléctrico el encargado de mover las ruedas y el motor de explosión se ocupa solamente de la carga de la batería cuando es necesario. Ya tuvimos la ocasión de probar este sistema con el X-Trail en su versión 4×4.
Modelo analizado
Nissan Qashqai
Motor y acabado
e-Power N-Design
Potencia
190 CV
Velocidad máxima
170 Kmh
Aceleración o-100
7,9 s
Largo/ancho/alto
4425/1848/1625 mm
Potencia máxima RPM
190 CV
Par máximo Nm/RPM
330 Nm
Caja de cambios
Automático
Web
https://www.nissan.es/
Precio
39.900 euros
En nuestro caso hemos probado el Nissan Qashqai e-Power 2025 que representa una evolución interesante del modelo que revolucionó el mercado de los SUV hace casi dos décadas y que sigue siendo la referencia en el sector. Desde su nacimiento en 2007, el Qashqai se convirtió en un éxito para la marca japonesa, influyendo notablemente en el mercado europeo y convirtiéndose en uno de los rivales a batir para muchos otros fabricantes. Actualmente el modelo se encuentra en su tercera generación con una modernización estética y tecnológica que le sigue colocando como uno de los SUV más interesantes del mercado.
Frontal renovado
El primer cambio que salta a la vista en esta actualización para 2025 del Qashqai se encuentra en su frontal, mucho más afilado y con personalidad con un aire más tecnológico que su anterior generación. Esta parte delantera del vehículo presenta unos imponentes faros Full LED de diseño muy afilado y una parrilla que impone su presencia y que integra el logotipo de la marca con los grupos ópticos delanteros. Como detalle curioso comentar que este diseño de parrilla tiene su origen, según la marca, en las escamas de las antiguas armaduras de los guerreros samurai japoneses.
Las luces diurnas ahora se encuentran en posición elevada, al estilo de las del Juke, y son de tipo adaptativo. Además también integran dentro del propio grupo óptico los intermitentes. El resultado de este diseño y de esta firma lumínica es bastante más moderno y atrevido que el dibujo algo más tradicional que la versión que probamos anteriormente, donde el frontal, aunque moderno y con grupos ópticos afilados, era algo más conservador en sus líneas y contaba con una parrilla en forma trapezoidal menos protagonista y original. En cualquier caso un toque muy interesante que dota de aún más personalidad al Qashqai.
Lateral y silueta
El acabado N-Design, que hemos podido probar, equipa unas llamativas llantas de 18 pulgadas con cinco radios que subraya las líneas afiladas y modernas de este modelo. A lo largo de los laterales, las carcasas de los espejos retrovisores se presentan en color negro, al igual que los montantes del parabrisas, los pilares traseros y el techo, consiguiendo un efecto que junto con los cristales tintados aporta dinamismo y deportividad a la línea del lateral. En esta versión actualizada se aprecia una línea más limpia y elegante, especialmente en el acabado N-Design, donde la parte inferior de la carrocería y los pasos de rueda van pintados en el color principal.
En la parte posterior también hay cambios significativos en el paragolpes trasero y, lo que más llama la atención, es la tulipa blanca de los pilotos, que destaca especialmente. Los grupos ópticos están separados por el logotipo de la marca, aportando un toque distintivo. En cuanto a dimensiones, el Nissan Qashqai 2025 mide 4.425 mm de longitud, de los que 2.665 mm corresponden a la distancia entre ejes. Comparativamente, mantiene las proporciones de la anterior generación que probamos, que medía 4,42 metros de longitud, lo que sigue situándolo en el segmento de los SUV compactos pero con buena habitabilidad.
El maletero del Nissan Qashqai e-POWER 2025 ofrece una capacidad de 480 litros, una cifra bastante respetable aunque no puntera dentro del segmento de los SUV compactos híbridos. Aunque es ligeramente inferior a la de algunos rivales directos como el Hyundai Tucson o el Kia Sportage, destaca por su boca de carga ancha y baja, que facilita la introducción de objetos voluminosos o pesados. Además dispone de un doble fondo que permite organizar pequeños objetos y a la posibilidad de abatir los respaldos traseros en proporción 60:40, lo que amplía notablemente la capacidad de carga y la versatilidad del conjunto. Además, los acabados del maletero son robustos y los detalles prácticos, como los ganchos para bolsas o la iluminación, contribuyen a que resulte cómodo y funcional tanto para el día a día como para viajes en familia.
Interior de buena calidad
El interior del Qashqai 2025 está muy bien resuelto, con acabados de calidad y una percepción general de buenos acabados y ensamblajes bien resueltos. En línea con lo que solemos encontrar en los modelos de la marca aunque un poco más cuidados que en la generación anterior para competir con los acabados de los rivales de su segmento que van mejorando poco a poco. Los materiales utilizados en las zonas que están más a la vista y al tacto son suaves y agradables con imitación de madera en algunas piezas como en el túnel central y evitando las piezas acabadas en negro brillante que lucen otros modelos de la competencia.
La disposición de los elementos sigue siendo racional y ergonómica, una vez más en línea con la filosogía de la marca. El equilibrio entre mandos tradicionales y controles con la pantalla táctil es bueno y dichos mandos están estudiados para que estén siempre a mano. Como hemos anticipado los acabados y la calidad de los ensamblajes son buenos y los materiales agradables al tacto, con una percepción de calidad convincente que le permite competir con los mejores rivales de la categoría, algo que ya se apreciaba en el modelo anterior pero que se ha refinado aún más en esta actualización.
El puesto de conducción resulta especialmente confortable, con asientos que ofrecen buen soporte lumbar y lateral con buenas características tanto para una conducción más dinámica como para trayectos largos más relajados. La posición elevada, más propia de un todoterreno como pasaba en su generación anterior, proporciona una excelente visibilidad de la carretera, algo fundamental en un SUV y muy útil en trayectos urbanos. Ninguno de los pilares obstaculiza significativamente la visión, y las ventanas son suficientemente amplias, lo que contribuye a una conducción más segura y confortable.
En las plazas traseras se ha ajustado la disposición de los elementos y como resultado el espacio ha mejorado respecto a generaciones anteriores. Una vez más y como sucede en general en los modelos SUV de esta categoría, tres adultos de gran tamaño seguirán viajando algo justos en anchura pero en cualquier caso hay más holgura que en versiones precedentes. El espacio para las piernas y la altura al techo es generoso y puede albergar pasajeros de cierta altura que además disponen de dos tomas USB y salidas de ventilación, detalles que mejoran significativamente el confort en viajes largos.
El cambio más relevante en el interior lo encontramos en el sistema multimedia basado en Google, con Android Automotive, al que se accede a través de una pantalla central de 12,3 pulgadas, notablemente más grande que la de 9 pulgadas del modelo anterior. Este sistema responde con fluidez a los comandos táctiles y ofrece una interfaz más moderna e intuitiva que la del modelo anterior con unas gráficas más conseguidas y una respuesta más rápida. La instrumentación digital, también de 12,3 pulgadas, presenta gráficos actualizados y un nuevo modo de visualización, complementándose con un head-up display frente al conductor. La calidad de imagen es excelente, con alta resolución y buena legibilidad incluso con luz solar directa.
Los ADAS del Qashqai
El Qashqai e-Power 2025 incluye un completo paquete de sistemas de asistencia a la conducción con un funcionamiento muy eficaz. El control de crucero inteligente es de serie en todos los modelos, permitiendo que el vehículo mantenga su velocidad y distancia respecto al coche que va delante. El sistema ProPilot, incluido desde el acabado Tekna, añade la capacidad de mantener el coche centrado en su carril, además de otras funciones como la reducción automática de velocidad en curvas y rotondas, o la iniciación de una frenada de emergencia. Además, Nissan ha afinado el funcionamiento de estas ayudas y ha incorporado un Around View Monitor de nueva generación, con función 3D, que ofrece una visión de 360° al engranar la marcha atrás.
Antes de pasar a las impresiones al volante repasamos el sistema de propulsión. Como adelantamos, el Nissan Qashqai e-Power utiliza un sistema híbrido en serie, donde el motor eléctrico de 190 CV y 330 Nm es el único que mueve las ruedas. El motor de gasolina, un tricilíndrico 1.5 turbo de 156 CV, actúa exclusivamente como generador de electricidad, nunca conectado mecánicamente a las ruedas y que entra en funcionamiento cuando la batería baja de cierto nivel de carga. Esta energía generada por el motor se almacena en una batería de iones de litio de 2,1 kWh, situada bajo los asientos delanteros, y de ahí al motor eléctrico.
El motor térmico incorpora un sistema de variación continua de la relación de compresión (de 8:1 a 14:1), una innovación que optimiza la eficiencia y el rendimiento según la demanda energética. Así, el motor puede funcionar siempre en su rango óptimo de revoluciones (1.500-4.800 rpm), lo que reduce consumos y emisiones (homologa 5,1-5,3 l/100 km y 120 g/km de CO₂). Eso sí, cuando necesitemos potencia de forma continuada por parte del motor eléctrico el motor de combustión se acelerará en consecuencia para impedir que se agote la energía almacenada en la batería. El resultado es que la sensación acústica es similar a la de cualquier motor híbrido (más revolucionado cuanto más pisemos el acelerador) a pesar de que el sistema de propulsión es totalmente distinto.
En general el sistema de propulsión da una experiencia de conducción similar a la que experimentamos con el X-Trail con un sistema parecido. Tendremos una respuesta inmediata al acelerador y una conducción suave y relativamente silenciosa (siempre que seamos parcos con el acelerador). Además no hace falta recargar las baterías como en un coche eléctrico tradicional. El Qashqai e-Power ofrece modos Eco, Standard y Sport, además de un modo EV (eléctrico puro) para cortos trayectos urbanos. El modo B aumenta la frenada regenerativa con el que es posible recuperar hasta el 25% de la energía, ideal para ciudad y otras situaciones de conducción tranquila.
Otro de los sistemas propios de Nissan es el e-pedal, que permite acelerar y desacelerar usando solo el pedal del acelerador. Al soltarlo, el coche desacelera hasta 0,2 g, suficiente para iluminar las luces de freno y reducir la velocidad de forma progresiva, aunque no llega a detenerse por completo (para eso, hay que usar el freno convencional). Este sistema, heredado del Nissan Leaf, fusiona la respuesta del acelerador y del freno en una única curva de funcionamiento, facilitando la conducción urbana y reduciendo la fatiga en atascos. Es un sistema al que hay que acostumbrarse al principio pero que puede contribuir en gran medida a una conducción eficiente. Además al pisar el freno el sistema coordina la frenada eléctrica y la hidráulica para garantizar seguridad y suavidad.
Comportamiento dinámico
Es en el entorno urbano donde el sistema e-Power demuestra sus mayores virtudes, como ocurre por otro lado con los híbridos en general. La conducción resulta extremadamente suave y silenciosa mientras el motor de gasolina permanece apagado, ofreciendo una experiencia idéntica a la de un eléctrico puro. La respuesta inmediata del motor eléctrico permite moverse con agilidad en el tráfico urbano, y las maniobras a baja velocidad se realizan cómodamente. Gracias a su sistema de cámaras de 360° con vista en 3D y los sensores de aparcamiento delanteros y traseros las maniobras son sencillas y siempre bajo control. Por otro lado los consumos en ciudad son competitivos, con registros de 5,9 l/100 km, aunque hay híbridos más eficientes es una cifra bastante buena para un coche de este tamaño.
El comportamiento del Qashqai en carreteras con curvas es equilibrado. Si bien es evidente que la suspensión está más orientada al confort que a la deportividad, ofrece un buen compromiso que permite trazar las curvas con confianza y seguridad. La dirección, aunque no excesivamente directa ni comunicativa, proporciona un tacto agradable y suficiente precisión para disfrutar de una conducción dinámica cuando se desea aunque el comportamiento del coche no lo «pida a gritos» más deportividad como otros SUV de la competencia.
Con 190 CV de potencia, las prestaciones son más que suficientes para adelantamientos seguros, acelerando de 0 a 100 km/h en 7,9 segundos. La entrega de par es lineal y constante como en todo eléctrico, lo que facilita las recuperaciones rápidas sin el típico «retraso» o el ruido excesivo de los cambios de marcha hacia relaciones más cortas que encontramos en los híbridos convencionales. La suspensión, aunque firme, como adelantábamos está calibrada para el confort en todo tipo de superficies, absorbiendo bien las irregularidades sin que se perciban excesivos movimientos de la carrocería.
En viajes por autopista, el Qashqai e-Power muestra un comportamiento francamente confortable. A velocidad constante, el sistema consigue mantener un buen equilibrio entre eficiencia y prestaciones, aunque el consumo aumenta respecto a modelos híbridos más ruteros. En nuestras pruebas consumió alrededor de 7 l/100 km en este entorno. La insonorización es buena, con poco ruido de viento y rodadura, aunque cuando se demanda una aceleración contundente, el motor de gasolina puede resultar algo ruidoso al subir de revoluciones para generar más electricidad, pero no tanto como otros modelos híbridos. No obstante, una vez alcanzada la velocidad de crucero, el confort acústico vuelve a ser excelente.
Conclusiones
El Nissan Qashqai e-Power 2025 es un SUV que sigue manteniendo todas las virtudes que le han convertido en uno de los SUV de referencia en el mercado. La aspuesta por un sistema híbrido «diferente» es valiente, aunque se trata de un sistema ya lanzado hace casi una década en japón. Aunque hay algunos aspectos que pulir el concepto de que el responsable de mover el coche sea el motor eléctrico es interesante con las virtudes consabidas de respuesta inmediata y disponibilidad al instante de toda la potencia y el par motor. Nos ha gustado la actualización estética que ha dado un toque más moderno al modelo japonés.
Los acabados siguen siendo buenos sin ser espectaculares pero se han modernizado muchos elementos, sobre todo el sistema de información y entretenimiento que ahora es mucho más moderno tanto en aspecto como en funcionamiento. Es un coche cómodo en toda situación de conducción y anuque es posible que le falte algo de carácter para ser considerado deportivo, no le falta potencia ni agarre para una conducción algo más dinámica. Los consumos se acercan a lo que conseguimos con un coche híbrido, pero sin ser de los que sobresalen en este aspecto, aunque las señaladas bondadades de que el coche eléctrico sea el único conectado a la transmisión.
Valoración final
8.2
NOTA
NOS GUSTA
Buena respuesta al acelerador
Reacciones inmediatas
Consumo contenido
A MEJORAR
Algo ruidoso cuando se acelera a fondo
RESUMEN
Este modelo de Qashqai combina un aspecto renovado con mejoras en el sistema de información y entretenimiento notables con el sistema de propulsión e-Power de Nissan que nos ha convencido en algunos aspectos frente a otras opciones híbridas sobre todo por su respuesta inmediata.
Prestaciones8Diseño8.5Consumo8Confort8Sistema de infoentretenimiento8.5
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