Hubo un momento, no hace tanto, en que todo apuntaba a que Sony preparaba el regreso de una consola portátil. Los rumores hablaban de un nuevo dispositivo capaz de competir con la Steam Deck o con la creciente ola de soluciones híbridas. Por eso, cuando PlayStation Portal fue presentado simplemente como un accesorio para jugar en remoto desde una PS5, la sensación fue inevitablemente agridulce. Ahora, algo más de dos años después, Sony ha dado un giro que acerca el dispositivo a esa promesa inicial: con la integración del juego en la nube, PlayStation Portal ya puede jugar títulos de PS5 sin necesidad de tener la consola encendida. Pero, como casi siempre en estos movimientos, hay matices importantes.
PlayStation Portal nació como un dispositivo de streaming local, una especie de DualSense con pantalla que dependía totalmente de una consola PlayStation 5 para funcionar. Su propósito era facilitar sesiones de juego a través de conexión Wi-Fi en casa, permitiendo jugar desde el sofá, la cama o cualquier habitación sin necesidad de mover la consola. Pero no era, estrictamente, una consola portátil. No podía ejecutar juegos por sí misma, no tenía almacenamiento propio y carecía de acceso al ecosistema de PlayStation más allá del control remoto.
La reciente actualización anunciada por Sony cambia sustancialmente ese planteamiento. Ahora, PlayStation Portal puede conectarse directamente a los servidores de juego en la nube de PlayStation Plus Premium, lo que permite acceder a una selección de juegos de PS5 mediante streaming, sin necesidad de que el usuario tenga encendida su consola. En la práctica, esto convierte al dispositivo en una puerta de entrada autónoma —aunque limitada— al catálogo actual de PlayStation. Es la primera vez que se permite el acceso directo al juego en la nube desde Portal, y aunque el cambio puede parecer menor, modifica radicalmente su utilidad.
Sin embargo, y aquí viene el «más o menos», el dispositivo sigue arrastrando algunas limitaciones que lo alejan del concepto clásico de consola portátil. Para empezar, sigue dependiendo por completo de una conexión a internet estable y rápida; no se puede jugar sin red, ni descargar los juegos para disfrutarlos offline. Además, el catálogo disponible está restringido a los títulos que Sony ha habilitado en su servicio de juego en la nube, por lo que no es posible acceder libremente a toda la biblioteca de PS5. Y, por supuesto, todo esto requiere una suscripción activa a PlayStation Plus Premium, lo que implica un coste adicional sostenido en el tiempo.
A pesar de estas limitaciones, el paso que ha dado Sony con PlayStation Portal no es menor. Para muchos usuarios, especialmente aquellos que no quieren encender la consola cada vez que juegan o que buscan una experiencia más flexible, esta actualización convierte al dispositivo en algo mucho más interesante. No es una PS Vita moderna ni un sistema de juego independiente al uso, pero sí puede cumplir una función útil dentro del ecosistema PlayStation, especialmente para quienes ya comprado el mando. Frente a propuestas como las de Logitech o dispositivos Android con acceso a plataformas remotas, Portal gana atractivo por su integración nativa y su control de calidad en el entorno cerrado de Sony.
Personalmente, me sigue costando pensar en el PlayStation Portal como una consola portátil en sentido estricto. Pero sí es un dispositivo que se mueve, poco a poco, hacia un espacio intermedio donde el juego no depende ya de un hardware fijo, sino de una conexión y una suscripción. En esa zona difusa entre la consola y el servicio, entre lo físico y lo virtual, es donde Sony parece querer posicionar esta propuesta. Y aunque no será para todos, sí plantea una pregunta interesante: ¿hasta qué punto necesitamos una “consola” cuando ya no necesitamos tenerla delante?
Más información
La entrada PlayStation Portal ya es una consola portátil… más o menos se publicó primero en MuyComputer.

