La verdad es que cuando vi los requisitos de The Last of Us Part II me llevé una mala impresión. Esos requisitos eran un disparate para un juego que, por muy remasterizado que esté, al final no deja de ser un título que fue desarrollado para PS4, y que por tanto parte de las limitaciones de una consola de 2013.
El precedente que teníamos, The Last of Us Part I, tampoco ayudaba a generar optimismo. Este título tiene el «honor» de ser uno de los peores ports de un juego de consola a PC, ya que llegó siendo un auténtico desastre y hoy, a pesar de todos los parches que ha recibido, todavía no está bien terminado y sigue teniendo problemas serios de optimización.
Digital Foundry ha tenido la oportunidad de analizar a fondo la versión de The Last of Us Part II para PC, y ha llegado a la conclusión de que es un port decepcionante. Este juego necesita una GeForce RTX 3060 para poder jugar en calidad media y resolución 1080p, pero lo cierto es que con esa configuración se ve incluso peor que en PS4, una consola que tiene una GPU equivalente a una Radeon HD 7870.
Muchos de los ajustes gráficos en calidad media tienen un efecto tan pobre en el juego que son inferiores a la calidad gráfica que ofrece el juego en PS4. En general la versión de PS4 está más en la línea de lo que podemos conseguir con el juego de PC configurado en calidad alta, y esto sinceramente es un auténtico sinsentido.
Para probar este juego han utilizado un PC de gama media formado por un Ryzen 5 3600 y una GeForce RTX 3060, una configuración que está muy por encima de una PS4, y que también es superior a una PS5. Con el juego configurado en 1080p y un nivel de calidad similar al de la versión de PS4 no es posible mantener 60 FPS totalmente estables con ese equipo.
The Last of Us Part II integra DirectStorage y mejora la compilación de shaders, pero hay problemas
Estas son las dos mejoras más grandes que destacan frente a The Last of Us Part I. El uso de DirectStorage libera totalmente a la CPU de las tareas de descompresión de datos de la unidad de almacenamiento, y evita que esta se vea saturada en diferentes situaciones, como los cambios de escenario, por ejemplo.
La compilación de shaders ya no nos tendrá varios minutos esperando en la pantalla de inicio. En The Last of Us Part II solo se produce una pequeña carga al iniciar el juego, y el resto de los shaders se van compilando de forma asíncrona mientras que vamos jugando. Es un avance importante frente al original, de eso no hay duda.
Esa carga de shaders en segundo plano según vamos avanzando tiene un impacto notable en el uso de la CPU, y genera picos que pueden llevar al Ryzen 5 3600 a superar el 90% de carga durante periodos prolongados, algo que al final acaba teniendo un impacto considerable en el rendimiento del juego, como es lógico, ya que afecta a los tiempos de renderizado y produce tirones que, en ocasiones concretas, pueden convertirse en parones totales de un segundo.
Bajo rendimiento incluso con una GeForce RTX 5090
Los problemas de rendimiento y de optimización que tiene The Last of Us Part II son muy grandes, tan grandes que incluso con una GeForce RTX 5090 y un Ryzen 7 9800X3D el juego se mueve a una media de 85 FPS en exploración libre con resolución 4K, calidad alta y DLSS activado en modo rendimiento.
Tened en cuenta que son 85 FPS con resolución 1080p reescalada a 4K mediante IA, un valor de rendimiento ridículamente bajo para un PC cuyo coste aproximado superaría los 4.500 euros. Según Digital Foundry, parece que el Ryzen 7 9800X3D no ofrece un buen nivel de rendimiento en este juego, algo que también parece deberse a una pobre optimización.
Es un tema bastante grave, porque de media el Ryzen 7 9800X3D solo supera al Ryzen 5 3600 en un 25%. En otros juegos el Ryzen 7 9800X3D mejora el rendimiento del Ryzen 5 3600 entre uno 200% y un 300% de media. Esto no hace más que apuntar de nuevo a una pésima optimización por parte de los desarrolladores.
El juego también presenta algunos fallos gráficos, como por ejemplo parpadeos y renderizado tardío de sombras a media distancia, problemas que no están presentes en la versión original de consola. También hay problemas de ghosting al utilizar reescalado, que resulta especialmente evidente en los efectos de partículas y en la vegetación, y que se podrían haber evitado implementando DLSS 4.
Este port es otro insulto a los jugadores de PC, pero Iron Galaxy y Nixxes han tenido la suerte de que el port para PC de The Last of Us Part I fue tan malo que ha hecho que esta versión de The Last of Us Part II para PC parezca buena.
Personalmente debo decir que tengo el juego en PS4, y que estaba considerando comprar la versión para PC para jugarlo con mayor calidad gráfica y 60 FPS, pero viendo lo que han hecho no lo voy a hacer. Esta es la única manera que tenemos de castigar los malos ports a PC, dándoles la espalda y no comprándolos.
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