Opera Neon. Su nombre no es nuevo, pero su propuesta sí marca un punto de inflexión. Si bien en 2017 ya conocimos una versión experimental con ese nombre, un navegador conceptual que sirvió como campo de pruebas para funciones innovadoras como la pantalla dividida o la barra lateral con mensajería integrada, lo que ahora presenta la compañía noruega es otra cosa. Neon regresa como el primer navegador agéntico de Opera, y eso cambia el juego.
Porque no estamos ante una simple evolución del navegador tradicional. Con Neon, Opera plantea un entorno donde la inteligencia artificial deja de ser una herramienta añadida para convertirse en un actor autónomo. Neon no solo navega, busca o responde: conversa, ejecuta tareas por su cuenta y crea contenidos digitales de forma autónoma. Se trata de una interfaz pensada para que el usuario pueda expresar una intención —buscar un dato, organizar un viaje, redactar un informe— y que el navegador actúe para llevarla a cabo, sin necesidad de intervención paso a paso.
La arquitectura de Neon gira en torno a tres pilares: Chat con Neon, un agente conversacional nativo que combina búsqueda contextual y funciones típicas de los chats de IA; Neon Do, el operador del navegador que automatiza tareas concretas en la web, como rellenar formularios, reservar alojamientos o comprar entradas, actuando directamente sobre los elementos de la página; y Neon Make, un generador de contenido que va más allá del navegador, capaz de ejecutar proyectos complejos desde la nube y en paralelo, como código, juegos o webs completas, incluso si el usuario se desconecta.

¿Pero qué significa que Neon sea un navegador “agéntico”? El término proviene de la IA basada en agentes: sistemas diseñados para operar de forma autónoma, tomar decisiones y adaptarse al entorno en función de metas definidas. No se trata solo de recibir instrucciones, sino de ser capaces de interpretarlas, dividirlas en sub-tareas y ejecutarlas de manera efectiva. Neon aplica este enfoque a la navegación: transforma la interfaz del navegador en una plataforma donde la intención del usuario se convierte directamente en acción, sin intermediarios ni pasos manuales innecesarios.
Este tipo de capacidades lo diferencian de otros navegadores que integran IA como elementos añadidos. Neon ha sido diseñado desde cero como un entorno colaborativo entre humano e inteligencia artificial. Su motor opera con una arquitectura que permite entender el contexto, adaptar el comportamiento y continuar tareas incluso sin la supervisión directa del usuario.
Opera Neon será un producto de suscripción premium y ya es posible apuntarse a la lista de espera para probarlo. Aunque todavía no hay fecha oficial de lanzamiento, este anuncio marca claramente el inicio de una nueva etapa: la de la navegación inteligente donde los navegadores ya no son solo ventanas al mundo digital, sino colaboradores activos.
 
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