WhatsApp es, para millones de personas, ese espacio donde las palabras fluyen sin filtros, donde las imágenes se comparten casi sin pensarlo y donde los recuerdos, a veces, se almacenan en rincones de la galería que ni siquiera sabíamos que existían. En un mundo en el que todo queda guardado de forma casi automática, controlar lo que compartimos se ha vuelto más necesario que nunca. Y ahora, la popular plataforma de mensajería da un paso más en su estrategia de protección de la privacidad.
Según la información publicada por WABetaInfo, en la beta para Android 2.25.10.14 la aplicación de Meta ha empezado a probar una nueva función de privacidad avanzada, que permitirá a los usuarios blindar aún más sus conversaciones. Esta nueva opción introduce tres medidas específicas pensadas para proteger el contenido de los chats seleccionados. La primera de ellas impide que las imágenes y los vídeos enviados en una conversación se guarden automáticamente en la galería del dispositivo del destinatario. De esta forma, aunque el archivo se comparta, su acceso queda limitado estrictamente al entorno de la aplicación, reforzando la idea de que lo que se comparte en WhatsApp debe permanecer dentro de WhatsApp.
La segunda función es todavía más interesante: evitar que los chats completos puedan ser exportados. Hasta ahora, era relativamente sencillo generar un archivo con toda una conversación, incluidos archivos multimedia, y trasladarlo fuera de la aplicación. Con esta nueva capa de protección, los usuarios podrán bloquear esa posibilidad para chats específicos, dificultando enormemente la fuga de información sensible. Eso sí, el reenvío de mensajes individuales seguirá estando permitido, una concesión que mantiene la flexibilidad para quienes necesiten compartir fragmentos concretos.

Por último, WhatsApp también implementará restricciones específicas para las interacciones con Meta AI dentro de los chats protegidos. En estos casos, la función de asistencia de inteligencia artificial no podrá leer ni analizar el contenido de la conversación, garantizando que la privacidad no se vea comprometida incluso cuando se utilicen herramientas automáticas en la plataforma. Un movimiento que parece querer anticiparse a posibles preocupaciones sobre el tratamiento de datos en entornos de chat privados.
Estas nuevas opciones de privacidad avanzada no serán activadas por defecto. Cada usuario podrá decidir, a nivel de conversación individual, si desea aplicar estas protecciones, lo que ofrece un control mucho más granular sobre cómo y cuándo blindar determinados intercambios. De momento, la función se encuentra en fase de desarrollo y no está disponible para el público general, aunque su inclusión en la beta indica que podría llegar en las próximas actualizaciones estables de la aplicación.
Con esta apuesta, WhatsApp refuerza su compromiso con ofrecer un entorno de mensajería más seguro y controlado, en un momento en el que la gestión de la privacidad digital es cada vez más prioritaria para los usuarios. La verdadera pregunta será si estas funciones conseguirán mantenerse tan accesibles como eficaces, en un ecosistema donde la facilidad de compartir —y a veces filtrar— información sigue siendo uno de los mayores desafíos.
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