Cuando recurrimos al Administrador de Tareas de Windows 11 podemos ver la tasa de utilización de la CPU por cada uno de los diferentes procesos que tenemos abiertos. Es una función muy interesante, pero la medición no se ajusta a lo que podemos obtener con aplicaciones de terceros, lo que hace que resulte imprecisa y menos útil de lo que desearíamos.
Microsoft es consciente de este problema, y por eso el gigante de Redmond ha confirmado que está preparando una actualización que cambiará, literalmente, la manera en la que el Administrador de Tareas calcula el uso de la CPU en las páginas de «Procesos», «Rendimento» y «Usuarios».
Cuando se despliegue esa actualización se empezarán a utilizar métricas estándar para mostrar la carga de la CPU de manera más consistente en todas esas páginas, y de esta manera los resultados estarán alineados con los estándares de la industria que se utilizan en aplicaciones de terceros. Es una buena noticia, porque reducirá la dependencia de aplicaciones de terceros para este tipo de cosas tan básicas.
Esta actualización forma parte de Windows 11 24H2, y de momento solo está disponible en el canal Insider, así que tendremos que esperar un poco a que salga de esa fase de pruebas y se vaya implementando gradualmente. Para aquellos que prefieran el sistema actual de cálculo de la tasa de uso de la CPU Microsoft ofrecerá la posibilidad de mantenerlo, pero pasará a ser opcional.
¿Por qué es tan importante calcular bien el uso de CPU en Windows 11?
Nuestros lectores más veteranos ya sabrán la respuesta, pero para aquellos con menos «galones» puede que resulte un poco más difícil de entender. Tranquilos, que no os voy a dejar con la duda.
Calcular correctamente la tasa de ocupación del procesador en Windows 11 es importante porque nos permite:
Saber qué programas están consumiendo recursos, y ver cómo se desenvuelve nuestro equipo.
Identificar comportamientos anormales derivados de un uso muy elevado o muy bajo de la CPU.
Descubrir posibles infecciones por malware, que normalmente se manifiestan con un alto consumo de CPU.
Os pongo un ejemplo. Hace unos meses, al iniciar el juego Resident Evil 4 Remake para realizar una medición de rendimiento en un análisis, se produjo un fallo que hizo que el juego quedase en ejecución, pero este no llegó a la pantalla de inicio. Al mirar la tasa de uso de la CPU de este juego vi que estaba en cero, lo que significa que no estaba funcionando.
También podemos encontrarnos con aplicaciones que den problemas y que consuman mucha CPU cuando no deberían hacerlo, un problema que por desgracia es más común de lo que parece. Si este consumo se dispara a más del 90% hará que nuestro equipo empiece a funcionar muy lento, y podría llevarnos a un cuelgue o incluso a un pantallazo azul. Por eso es tan importante medir bien el uso de CPU en Windows 11.
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