Los problemas de inconsistencia a nivel de diseño han sido una constante en Windows 11, y la situación no solo no está mejorando, sino que está empeorando.
Uno de los últimos cambios que introdujo Microsoft en Windows 11 fue el salto a las esquinas redondeadas en ventanas y menús contextuales, un movimiento que me parece acertado, pero que el gigante de Redmond no está implementando correctamente, y esto está generando aún más inconsistencias.
En su primera etapa esas esquinas redondeadas eran bastante discretas y sutiles, lo que hacía que tuviéramos que fijarnos bastante para determinar que realmente tenían un acabado ligeramente redondo.
El caso es que con las últimas actualizaciones que ha lanzado Microsoft las esquinas redondeadas de Windows 11 se han vuelto mucho más redondas, y esto hace que los  menús contextuales tengan un aspecto más tipo «burbuja» que acaba produciendo una importante inconsistencia a nivel de diseño.
Nuevo diseño más redondeado a la izquierda. Diseño con esquinas más pronunciadas a la derecha (actual). Imagen cortesía de Windows Latest.
No todos los elementos de Windows 11 han adoptado ese nuevo diseño con esquinas más redondeadas, y es ahí precisamente donde está el problema, en combinar dos líneas claramente diferentes que impiden mantener un mínimo de uniformidad en la estética de este sistema operativo.
Ese nuevo estilo más redondeado se aprecia sobre todo en los nuevos elementos, menús y cuadros de diálogo derivados de las nuevas funciones de IA introducidas con la actualización 24H2, y también en funciones que todavía están por llegar, como Recuerdos, aunque esta última ya está en fase de pruebas.
No sabemos qué ocurrirá con este tema, pero parece que Microsoft tampoco lo tiene claro. La compañía tiene diferentes opciones, puede decantarse por mantener el desorden que tiene actualmente, con esquinas redondeadas en distinto grado, o puede optar por adaptar todas las esquinas a un único perfil de redondez.
Personalmente creo que lo ideal sería esta última opción, y que Microsoft debería evitar caer en una redondez excesiva, porque esto produce ese efecto tipo burbuja que os comenté anteriormente, y que en mi opinión no solo resta seriedad al sistema operativo, sino que es como retroceder más de una década en términos de diseño. Y vosotros, ¿qué pensáis sobre estos cambios?
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