Peter Moore lo tiene claro, a Microsoft no le gusta tener que ocuparse del hardware, y si estuviera en su mano preferiría no tener que seguir diseñando el hardware de Xbox, su conocida consola de videojuegos. Esto no quiere decir que el gigante de Redmond vaya a abandonar el mundo de los videojuegos, más bien indica que le gustaría cambiar por completo su estrategia en dicho mercado.
Por si alguien se ha perdido, os recuerdo que Peter Moore tuvo una importante carrera en SEGA of America, donde trabajó en la era de Dreamcast, y también fue vicepresidente corporativo de la división Xbox en Microsoft, donde jugó un papel muy importante en la era de Xbox y Xbox 360. De ahí pasó a EA, su última empresa dedicada al mundo de los videojuegos, ya que en los últimos años se ha dedicado al mundo del fútbol.
Según Moore, a Microsoft le gustaría centrarse en su vertiente como publicadora de videojuegos, y preferiría dejar de lado su posición en el mundo de las videoconsolas. Las dos últimas derrotas que ha sufrido la compañía, la primera con Xbox One y la segunda, mucho más sonada, con Xbox Series X y Series S, dan fuerza a las declaraciones de este ex de Microsoft.
A Microsoft le gustaría un modelo tipo Netflix, sin una Xbox
Ese es el modelo que según Moore preferiría adoptar Microsoft, un sistema de juego en la nube donde los usuarios no necesitan de una consola a la antigua usanza para poder disfrutar de sus títulos favoritos, y a través del cual puedan comercializar todo su catálogo de videojuegos. El usuario no necesitaría de un hardware específico, solo de un cliente muy ligero, como ocurre por ejemplo con GeForce Now.
En teoría Microsoft ya no ve el hardware como algo fundamental para quitar usuarios a sus rivales, ya no cree en este como elemento diferenciador para ganar la guerra de las consolas, y las últimas compras de estudios de videojuegos triple A han impulsado su lado software de una manera tan grande que la compañía ya no puede esconder sus intenciones en este sentido.
El propio Satya Nadella, CEO de Microsoft, respalda la estrategia de juegos multiplataforma de Xbox y la idea de que todos los jugadores puedan disfrutar de sus juegos favoritos en todos sus dispositivos. Esto, unido al empuje del Game Pass, nos acerca cada vez más a esa idea de crear un «Netflix de los videojuegos» disfrutable en cualquier sistema.
Tiene sentido para potenciar el lado de Xbox como publicadora de videojuegos, pero los fans de la consola están totalmente en contra, y necesitan una consola con hardware diferenciado para seguir apoyando a esta marca como rival directo de Sony y Microsoft.
Para el usuario, la salida de Microsoft del mundo de las consolas (a nivel de hardware) sería una malísima noticia. Ya hemos visto de lo que es capaz Sony si no tiene competencia directa:
De subir el precio de PS5 dos años después de su lanzamiento.
De no bajar el precio de PS5 casi cinco años después de su lanzamiento.
De lanzar una PS5 Pro con un precio de 799,99 euros, una cifra ridículamente alta.
¿Lanzará Microsoft una consola de próxima generación?
Lo más seguro es que sí, de hecho tenemos informaciones bastante fiables que apuntan en esa dirección, y parece que Microsoft podría apostar por lanzar una consola de escritorio y una portátil para intentar atraer a un mayor número de usuarios.
Sin embargo, lo que me preocupa más es el futuro después de la próxima generación. Creo que es ahí donde puede que nos encontremos con cambios mucho más importantes, sobre todo si Microsoft acaba fracasando de nuevo frente a Sony y Nintendo.
Una nueva derrota igual o más marcada que la que hemos visto en la generación actual podría acabar marcando el final de Xbox y la salida de Microsoft del mercado de las consolas, lo que dejaría a Sony y a Nintendo como únicos jugadores.
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