Desde su lanzamiento, Siri ha sido una de las piezas clave del ecosistema de Apple, pero su evolución ha sido mucho más lenta que la de sus competidores. Mientras Google y Amazon han transformado sus asistentes con inteligencia artificial avanzada, Apple sigue enfrentando problemas internos y retrasos. En una reciente reunión interna, Robby Walker, jefe de desarrollo de Siri, reconoció que la implementación de nuevas funciones de IA en el asistente virtual está siendo un proceso más complicado de lo previsto.
Walker calificó los retrasos como «feos y vergonzosos», admitiendo que las mejoras en Siri podrían retrasarse hasta iOS 19, sin garantía de que estén listas para entonces. También reconoció que existen tensiones dentro de la compañía, especialmente entre el equipo de Siri y el departamento de marketing, que habría promovido funciones aún sin finalizar. Y recordemos que esto se suma a problemas de calidad, que llevaron a Apple a retirar un anuncio del iPhone 16, en el que se destacaban capacidades de IA que aún no están completamente desarrolladas.
Actualmente, Apple sigue trabajando en funciones avanzadas para Siri, pero su desarrollo está siendo lento y problemático. Aunque algunas características personalizadas están en fase de pruebas, todavía no están listas para el público. Esta falta de avances contrasta con lo que están logrando empresas como Google, Microsoft o Amazon, que han conseguido integrar modelos de IA generativa en sus asistentes con una evolución mucho más rápida.
Los problemas de Apple con la inteligencia artificial no son nuevos. En enero de 2025, la compañía tuvo que desactivar temporalmente ciertas funciones de Apple Intelligence después de que su sistema de IA generara información errónea. Entre los fallos más graves, se difundieron notificaciones falsas afirmando que Rafael Nadal había declarado su homosexualidad (cuando la noticia real era sobre otro deportista) o que Benjamin Netanyahu había sido arrestado. Estos errores provocaron la reacción de medios como la BBC y Reporteros Sin Fronteras, que pidieron la suspensión del sistema hasta que Apple garantizara su fiabilidad.

Este episodio reflejó una realidad preocupante: Apple sigue sin encontrar su lugar en la carrera de la inteligencia artificial, con una Siri que ha evolucionado mucho menos que sus rivales. Mientras asistentes como Google Assistant o Alexa han incorporado IA generativa para ofrecer respuestas más avanzadas y una mejor comprensión del contexto, Siri sigue funcionando de manera limitada y sin mejoras significativas.
El problema es aún mayor si consideramos que la inteligencia artificial se ha convertido en un eje clave para la tecnología de consumo. Empresas como Google, Microsoft y OpenAI han logrado avances significativos con modelos de lenguaje cada vez más potentes, mientras que Apple sigue sin presentar una estrategia clara en este campo. Aunque la compañía ha reforzado su inversión en IA en los últimos años, los resultados no han sido los esperados y los retrasos en Siri no hacen más que aumentar la sensación de que Apple está quedando atrás en una de las tendencias tecnológicas más importantes del momento.
Este escenario plantea una pregunta clave: ¿podrá Siri recuperar el terreno perdido o quedará Apple aún más rezagada en la carrera de la IA? Con la inteligencia artificial definiendo el futuro de la tecnología, Apple necesita dar pasos firmes si quiere llegar a tener relevancia en este ámbito, en el que de momento solo es un aspirante.
 
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