El GIGABYTE MO27Q2 es un monitor muy interesante, porque viene con una carta de presentación sobresaliente y tiene, además, un precio contenido. Por prestaciones es gama alta, su panel QD-OLED y su tasa de refresco de 240 Hz dan fe de ello y no dejan ningún tipo de duda, pero por precio se coloca más cerca de la gama media.
El pasado mes de abril analizamos el GIGABYTE MO32U, un monitor que podemos considerar como una versión superior, y que ofrece también una relación calidad-precio fantástica, tanto que lo convierte en una de las mejores opciones para los que quieran dar el salto al 4K y disfrutar de todas las ventajas que ofrecen los paneles QD-OLED sin tener que gastar más de 1.000 euros.
GIGABYTE está haciendo un trabajo muy bueno últimamente con los monitores en todas las gamas, porque también tiene opciones atractivas en la franja de los 300 euros, como el M27QA ICE, por ejemplo, que utiliza un panel SuperSpeed IPS con resolución QHD y tiene una tasa de refresco de 180 Hz.
El GIGABYTE MO27Q2 se coloca justo en medio de las otras dos opciones que acabo de mencionar, y hoy vamos a comprobar si realmente está a la altura, y si realmente vale la pena por el precio que tiene. Poneos cómodos, que empezamos.
Especificaciones del GIGABYTE MO27Q2
Panel con acabado antirreflejos QD-OLED Samsung de 27 pulgadas con resolución de 2.560 x 1.440 píxeles (QHD).
Reproduce el 99% del espacio de color DCI-P3, tiene una profundidad de color de 10 bits (1.070 millones de colores) y un contraste 1.500.000:1.
Brillo típico de 250 cd/m2 (SDR APL 100%), y un máximo de hasta 1.000 nits (HDR APL 3%).
Certificación VESA DisplayHDR True Black 400 y ángulos de visión perfectos en 178 grados.
Certificación VESA ClearMR 13000, sin parpadeos y baja emisión de luz azul.
Tasa de refresco de 240 Hz y VRR (tasa de refresco variable). Es compatible con G-SYNC y con AMD FreeSync Premium Pro, dos tecnologías que son fundamentales en el mundo del gaming, porque nos permiten acabar con los problemas de tearing y de stuttering (ruptura y tartamudeo de la imagen).
Tiempo de respuesta de 0,03 milisegundos de gris a gris.
Calibración de color de fábrica Delta E ≤ 2.
Software OLED Care potenciado por IA que reduce el riesgo de que el panel QD-OLED sufra persistencia de la imagen.
Soporte ergonómico con una pieza de plástico reservada para facilitar la gestión del cableado. Es regulable en altura, inclinación, orientación y giro.
Dos altavoces de 5 vatios integrados para poder utilizar el monitor sin necesidad de altavoces externos.
Función KVM para controlar diferentes equipos conectados al monitor con un solo kit de teclado y ratón.
Cuenta con un joystick que simplifica la navegación y el control de los ajustes más importantes del monitor.
Incluye funciones exclusivas de GIGABYTE que son muy útiles y pueden marcar la diferencia en juegos, entre las que destacan Black Equalizer 2.0, Game Assist y la monitorización de estadísticas del sistema, incluyendo las temperaturas de trabajo de la CPU y la GPU.
Es regulable en inclinación, orientación, giro y altura, lo que se traduce en una buena ergonomía.
Cuenta con dos salidas HDMI 2.1, una salida DisplayPort 1.4, un puerto USB Type-C compatible con DisplayPort que suministra hasta 18 vatios de potencia, un jack de 3,5 mm para auriculares, un puerto USB Type-B de subida y dos puertos USB Type-A.
Tres años de garantía.
Precio: desde 529 euros.
Desempaquetado, montaje y análisis externo
La caja del GIGABYTE MO27Q2 es prácticamente un calco de la de su hermano mayor, el GIGABYTE MO32U, y como aquella es toda una declaración de intenciones que confirma que estamos ante un monitor gaming de altas prestaciones.
Nada más abrir la caja nos encontramos con un conjunto de cables, tenemos la base de apoyo y el cableado de alimentación. GIGABYTE ha incluido:
Un cable HDMI 2.1.
Un cable Display Port.
Un cable USB Type-B a USB Type-C.
Este monitor viene con todos los cables que podemos necesitar para empezar a utilizarlo sin problema, tanto si queremos utilizarlo a través de HDMI como si queremos conectarlo mediante una salida DisplayPort. El cable USB Type-B también es importante, porque nos permitirá vincular el monitor al software GIGABYTE Control Center.
El GIGABYTE MO27Q2 está formado por tres piezas: la pantalla, el brazo de sujeción y la base de apoyo. El proceso de montaje es muy sencillo, pero os recomiendo seguir estos pasos para montarlo de una manera fácil, sin esfuerzo y totalmente segura:
Sacamos la base de apoyo y quitamos el primer corcho de la caja.
Ahora sacamos el brazo de sujeción y lo atornillamos a la base de apoyo. Se puede hacer con las manos, basta con aplicar un poco de fuerza.
Abrimos el plástico que recubre la pantalla para dejar a la vista el rectángulo de anclaje.
Insertamos las dos pestañas superiores del brazo de sujeción, apretamos el pulsador para recoger las dos pestañas inferiores y terminamos de introducir el rectángulo.
Una vez que esté dentro soltamos el pulsador para liberar las dos pestañas inferiores, de esta manera la pestaña estará perfectamente anclada al brazo de sujeción.
Cuando hayamos terminado podemos sacar la pantalla de forma segura tirando del brazo de sujeción. Personalmente siempre me gusta sujetar con la mano la pantalla durante este proceso una vez que esta se encuentra fuera de la de la base de la caja, ya que reduce el estrés que supone el peso de la misma sobre el punto de anclaje mientras que la estamos sacando de la caja.
Ya tenemos el GIGABYTE MO27Q2, y estamos listos para empezar a utilizarlo, pero antes vamos a echar un vistazo a sus características y a la calidad de acabados.
La verdad es que he tenido un auténtico «déjà vu», porque este monitor es idéntico al GIGABYTE MO32U en términos de diseño y de calidad de construcción, y eso es positivo. El GIGABYTE MO27Q2 adopta una línea sencilla y minimalista, y apuesta por el color negro mate tanto en sus piezas de plástico como en las de metal.
Repasando la zona de la pantalla nos encontramos con un chasis terminado en plástico integrado a doble altura, con una primera zona más gruesa donde se encuentran el PCB y los conectores, y otra más grande y delgada que es la que monta el panel QD-OLED. En la parte trasera tenemos un pequeño detalle brillante con la serigrafía GIGABYTE.
El panel que monta el GIGABYTE MO27Q2 tiene un tamaño en diagonal de 27 pulgadas, y se ha integrado a la perfección en este modelo. Esa integración ha permitido reducir los bordes de pantalla, que son mínimos en tres lados, y solo resulta más perceptible el borde inferior, algo totalmente lógico teniendo en cuenta que en esa zona se encuentran los botones y el joystick de control del monitor.
Tanto el brazo de sujeción como la base de apoyo están fabricados en metal. La base tiene forma trapezoidal, un diseño que permite conseguir una estabilidad plena ocupando menos espacio a lo largo. Este es un detalle a tener en cuenta, sobre todo si somos de los que tenemos cosas para decorar nuestro escritorio.
El GIGABYTE MO27Q2 se puede regular en altura, giro, inclinación y orientación, y podemos utilizarlo tanto en vertical como en horizontal, lo que le confiere una mayor versatilidad, y hace que sea una opción muy interesante para utilizarlo también como segundo monitor en vertical.
Los conectores y salidas de imagen están colocados en vertical en la parte trasera. Esto facilita la gestión del cableado, ya que ayuda a esconderlos, pero es más complicado acceder a ellos si comparamos con una disposición en horizontal. No obstante, también tiene otra ventaja, y es que permite utilizar el monitor en espacios más reducidos.
En la parte inferior también podemos ver los botones y el joystick de control del monitor, que nos dan acceso a la interfaz y a la configuración de este. Con ellos también podemos acceder a sus funciones más importantes y navegar por la interfaz de una manera sencilla e intuitiva.
Primer contacto, opciones de configuración y características
Con el monitor montado solo nos queda conectar el cableado que vayamos a utilizar. Tenemos salidas HDMI y DisplayPort, así que no tendremos ningún problema. Solo tenemos que conectar la salida de imagen al monitor y al equipo, y os recomiendo conectar también el cable USB Type-B a USB Type-C, ya que este nos permitirá acceder a funciones ampliadas a través del Control Center de GIGABYTE.
El último paso es conectar el cable de alimentación al monitor y enchufarlo. Una vez hecho, estamos listos para empezar. Nada más arrancar el equipo, basado en Windows 11, nos encontramos con una calidad de imagen excelente. El panel QD-OLED que monta el GIGABYTE MO27Q2 tiene una buena densidad de píxeles por pulgada, y ofrece una reproducción del color sobresaliente.
La densidad de píxeles por pulgada es muy buena, como podemos apreciar en esta imagen captada «a quemarropa».
Este modelo es compatible con AMD FreeSync Premium Pro, y también es compatible con G-SYNC de NVIDIA, lo que significa que podemos utilizarlo sin problema tanto con una gráfica Radeon RX como con una GeForce RTX de NVIDIA. Por sus características, este monitor es perfecto para tarjetas gráficas de entrada a la gama alta y de gama alta, como las Radeon RX 9070, GeForce RTX 5070 y superiores.
Os puedo confirmar también que el GIGABYTE MO27Q2 es compatible con HDR, una tecnología que mejora el contraste entre zonas muy oscuras y muy iluminadas, y que puede marcar una diferencia considerable en juegos y en ciertos contenidos multimedia. La certificación que tiene este monitor es HDR400, acorde al rango de precio en el que posiciona.
El GIGABYTE MO27Q2 presenta unos ángulos de visión perfectos en 178 grados, y ofrece una gran cantidad de opciones de configuración. A través del joystick integrado en la parte inferior podemos acceder a las opciones principales de configuración del monitor, que incluyen tres categorías:
Ajustes.
OLED Care.
Game Assist.
Esas tres grandes categorías se dividen en una gran cantidad de secciones, como podemos ver en la galería de imágenes adjunta. Entre todas esas secciones y opciones hay algunas que son más importantes que otras, y en mi opinión las más interesantes, y las que más marcan la diferencia, son las siguientes:
OLED Care: una tecnología de protección del panel QD-OLED potenciada por IA que podemos personalizar fácilmente a través de una interfaz sencilla e intuitiva. Minimiza el riesgo de sufrir problemas de persistencia de la imagen a largo plazo, y trabaja en segundo plano con una injerencia mínima.
Game Assist: podemos alternar entre diferentes modos de imagen y activar ayudas específicas, como por ejemplo el estabilizador de puntería, que reduce el desenfoque de movimiento y activa la sincronización vertical al mismo tiempo para ayudarnos a apuntar mejor, o las crucetas de mira personalizadas. Con ellas podremos mejorar nuestras habilidades en nuestros juegos favoritos.
El panel de monitorización: presenta información útil relacionada con el hardware y con los periféricos de nuestro equipo utilizando una interfaz poco intrusiva. A través de ella podemos ver cosas tan importantes como la temperatura de la CPU y de la GPU, la tasa de utilización de ambas en juegos, el consumo de memoria gráfica y la tasa de fotogramas por segundo de cada juego en tiempo real.
Black Equalizer 2.0: nos permite ver de forma más detallada incluso en secciones con tonos negros muy profundos en cada escena, pero sin que esto afecte a la claridad general de la pantalla. Puede ser muy útil y marcar una gran diferencia en juegos donde los escenarios sean muy oscuros, hasta tal punto que nos acaben dificultando la visibilidad tanto de obstáculos como de enemigos.
Night Vision: es muy útil porque mejora la visión incluso en zonas donde la iluminación del juego sea muy baja o prácticamente nula. Trabaja resaltando y destacando los detalles más importantes, pero sin llegar a producir una sobreexposición de la imagen que pueda afectar negativamente a la calidad de imagen del juego.
Visión de águila: con esta función podemos hacer un zoom de hasta 4x en juegos. Esto puede darnos una importante ventaja táctica en determinadas situaciones, y puede marcar la diferencia entre ganar y perder, sobre todo en juegos de acción con mapas muy amplios, donde tener una mayor capacidad de visión puede ayudarnos a identificar posiciones enemigas y a disparar primero.
Conectar el monitor mediante el cable USB Type-B a nuestro PC nos dará acceso a diferentes opciones de configuración a través del GIGABYTE Control Center, como vemos en las imágenes, y también podremos disfrutar del conmutador KVM, que nos permite controlar dos equipos diferentes con un único kit de teclado y ratón.
Es una función muy útil, sobre todo en espacios multidispositivo. Por ejemplo, si tenemos un PC gaming semitorre y un mini PC conectados al GIGABYTE MO27Q2 podremos utilizar el mismo teclado y ratón para controlar ambos equipos gracias al conmutador KVM. No solo resulta muy cómodo, sino que además representa un ahorro de tiempo y de espacio.
El GIGABYTE MO27Q2 no tiene nada que envidiar al GIGABYTE MO32U a nivel de interfaz, funciones avanzadas, opciones de configuración e integración a nivel de software, de hecho está a la altura de su hermano mayor, algo que sin duda es muy positivo. Buen trabajo por parte de GIGABYTE en este sentido.
Calidad del panel y experiencia de uso
Como siempre hago cuando pruebo un monitor, he utilizado el GIGABYTE MO27Q2 con diferentes equipos, incluyendo un portátil con GeForce RTX 3060 y un mini PC para salirme un poco de las reglas generales, y la experiencia con todos ellos ha sido perfecta. No he tenido el más mínimo problema, y tampoco ha tenido que entrar en complejas configuraciones.
El GIGABYTE MO27Q2 soporta VRR.
La calidad del panel QD-OLED es fantástica, y se deja notar desde el momento en el que llegamos al escritorio de Windows 11. En este monitor tenemos una buena densidad de píxeles por pulgada, lo que se traduce en una imagen limpia y bien definida, y la representación del color es sobresaliente, tanto por la riqueza cromática como por la viveza de los colores.
Al tratarse de un panel QD-OLED el color negro se representa a la perfección, ya que se apagan directamente los píxeles donde se utiliza dicho color, algo que no es posible en un monitor con panel LED.
El GIGABYTE MO27Q2 es un monitor para juegos, así que lo he probado con diferentes títulos. En Alan Wake 2, un juego que se caracteriza por tener zonas muy oscuras con diferentes fuentes de luz y contrastes de color muy marcados, tenemos un resultado espectacular, con una fantástica separación del color y una saturación bien afinada, lo que se traduce en colores vivos pero sin caer en excesos que puedan afectar a la calidad de la imagen.
En la imagen podemos ver que tanto la nitidez de la imagen como la representación del color y de la iluminación de la escena son perfectas. Los detalles más finos, como el cabello de Tifa, se ven de maravilla, y la tonalidad y la iluminación de la piel, que son dos de las cosas más complicadas en de esta imagen, hacen un uso de la luz y del color perfecto, ya que muestran un color más claro en las zonas donde incide la luz y una piel un poco más oscura donde la luz no incide de forma directa.
En STALKER 2: Heart of Chornobyl el resultado también muy bueno. Esta imagen es más complicada de lo que parece, porque aunque a simple vista parece que no hay una gran variedad de colores la realidad es que se muestran una gran cantidad de tonos ocres diferentes. Esos tonos se diferencian a la perfección, como podemos ver en la imagen, y demuestra la riqueza cromática que ofrece este monitor.
Silent Hill 2 Remake es un juego donde la oscuridad es la norma general, y donde las fuentes de luz tienen un gran impacto en todas las escenas. En esta imagen tenemos distintas fuentes de luz que generan tonalidades diferentes, y que bañan la cocina de una manera claramente diferenciada. El GIGABYTE MO27Q2 es capaz de representar esas fuentes de luz de una manera espectacular, y consigue una representación del color soberbia con una salida limpia, nítida, amplia y rica en matices.
Vamos con otra imagen de Final Fantasy VII Rebirth, en este caso nuestra llegada al Gold Saucer. Esta imagen es un gran desafío por la cantidad de colores presentes en la escena, ya que se incluyen tanto los naturales de cada personaje y elementos del escenario como los que generan los fuegos artificiales que están en segundo plano.
El panel OLED del GIGABYTE MO27Q2 consigue un resultado excelente, porque ofrece una gran amplitud en la representación del color, representa sin problema variaciones cromáticas muy complicadas por la interacción de distintas fuentes de color (primarios y secundarios por el efecto indirecto de los fuegos artificiales), y además consigue una nitidez y una limpieza del color de primera.
En esta última imagen de Throne and Liberty tenemos muchos colores de diferentes gamas compartiendo protagonismo con una iluminación intensa, lo que genera una escena muy rica en detalles y muy complicada. El GIGABYTE MO27Q2 hace un trabajo muy bueno con la representación del color, y también con el contraste entre zonas bien iluminadas, zonas con sombras suaves y zonas con una mayor oscuridad.
Fijaos, por ejemplo, en lo bien representadas que están las zonas oscuras de la derecha, y en lo bien que se diferencian las partes a las que sí llega la luz de aquellas a las que no.
En la galería adjunta podéis comprobar también que el GIGABYTE MO27Q2 ofrece, como os dije anteriormente, unos ángulos de visión perfectos en 178 grados. No se produce pérdida en la calidad de la imagen ni oscurecimiento de la misma, lo que significa que este monitor se puede utilizar en espacios compartidos donde varias personas lo miran desde diferentes posiciones.
Mi experiencia en juegos con este monitor ha sido muy positiva. Más allá de la calidad del panel, que ya hemos visto al detalle, destaca su bajo tiempo de respuesta, que permite disfrutar de una experiencia totalmente libre de ghosting, y la tasa de 240 Hz, unida a las tecnologías G-SYNC y FreeSync Premium Pro, nos permite disfrutar de una fluidez perfecta en juegos, sin tartamudeo ni ruptura de la imagen.
El GIGABYTE MO27Q2 viene también con dos altavoces integrados de 5 vatios que, en resumen, ofrecen un nivel de prestaciones bastante discreto. No son nada del otro mundo, pero tenerlos implica que pueden servirnos como última opción en caso de emergencia si tenemos problemas con los altavoces principales de nuestro equipo, o con los auriculares gaming que utilicemos.
Conclusión y valoración final
Este monitor ofrece un gran valor por el precio que tiene. En términos de diseño es bastante discreto, lo que le permite encajar fácilmente en cualquier escritorio, goza de una buena calidad de construcción, es muy fácil de montar y de configurar, y tiene una ergonomía sobresaliente, tanto que podemos utilizarlo tanto en horizontal como en vertical.
GIGABYTE no ha escatimado en nada, y gracias a ello ha convertido al MO27Q2 en un monitor bien terminado, equilibrado, versátil y capaz de adaptarse a cualquier perfil de usuario. Esto es todo un logro que solo unos pocos monitores son capaces de cumplir, y no es nada fácil encontrar modelos que lo consigan con un precio inferior a los 530 euros.
Su relación de píxeles por pulgada está bien ajustada, y el panel QD-OLED ofrece una calidad de imagen fantástica, con una reproducción del color casi perfecta tanto por riqueza cromática como por saturación del color. El brillo raya a un buen nivel para la gama en la que se encuadra este monitor, que además consigue unos negros profundos y viene perfectamente calibrado de casa.
La tasa de refresco de 240 Hz, y su compatibilidad con G-SYNC y FreeSync Premium Pro, son toda una garantía de que disfrutaremos en todo momento de una experiencia gaming perfecta, sin problemas de tartamudeo ni de ruptura de la imagen. Si quieres conectarlo a una consola tranquilo, porque como soporta VRR no tendrás ningún problema para activar el modo de 120 Hz con PS5 y Xbox Series X.
Contar con la certificación DisplayHDR True Black 400 también representa un valor añadido, ya que en algunos juegos consigue una mejora significativa (Resident Evil 4 Remake es uno de los mejores ejemplos), aunque debemos ser conscientes de sus limitaciones, y de que al final estamos ante un monitor de poco más de 500 euros. No podemos pedirle peras al olmo.
El GIGABYTE MO27Q2 es uno de los mejores monitores que podemos encontrar ahora mismo dentro de su rango de precio, tanto por calidad de construcción como por ergonomía, opciones de configuración, tecnologías soportadas y calidad del panel. Si buscas un monitor QD-OLED pero tienes un presupuesto ajustado tenlo claro, este modelo es una buena compra.
Valoración final
9.2
NOTA
NOS GUSTA
Panel QD-OLED.
Calidad del color.
Negros reales.
240 Hz.
G-SYNC, FreeSync y VRR.
Ergonomía.
Tiempo de respuesta de 0,03 ms.
Precio.
A MEJORAR
Nada que destacar.
RESUMEN
El GIGABYTE MO27Q2 es uno de los mejores monitores que podemos encontrar ahora mismo dentro de su rango de precio, tanto por calidad de construcción como por ergonomía, opciones de configuración, tecnologías soportadas y calidad del panel. Si buscas un monitor QD-OLED pero tienes un presupuesto ajustado tenlo claro, este modelo es una buena compra.
Calidad de construcción9Diseño y acabados8.5Instalación y configuración9.5Características9.5Calidad/Precio9.5
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